jueves, 13 de agosto de 2020

Otras especies animales.

El paso migratorio por levante ya ha empezado con las limícolas y otras especies, regalándome algunos de los mejores momentos; sin embargo, todavía no quiero mostrar por aquí esto ya que he decidido publicar lo visto durante el paso cuando este vaya acabando, ya que últimamente todo lo que publico son aves: los buitres de Alcoy, garzas, flamencos, una crítica sobre una película pajarera... En fin, está claro que las aves son un elemento fundamental en mis salidas naturalistas, de hecho muchas giran a su alrededor, pero veo muchos otros animales como insectos, reptiles... que mostraré en esta entrada.

No suelo ver muchos mamíferos pues por mi zona no se prodigan mucho, a no ser que hablemos de atropellos, pero esta vez sí he podido disfrutar de una especie viva y a una distancia más que buena para fotografiar. Primero que todo os pongo en situación: todos los años unos amigos de la familia nos invitan a su chalé ubicado en una espléndida pinada, y este año no iba a ser menos pese a la situación. Por esta zona siempre han sido habituales las ardillas (Sciurus vulgaris), además de bastante confiadas; de hecho, incluso acuden a beber a la piscina. No tengo fotos de esto, pero sí de un ejemplar al que sorprendí y se me quedó mirando con curiosidad antes de desaparecer entre los pinos.

Ardilla roja.



 
Estos divertidos mamíferos tan adorables para la mayoría de la población, aunque no opinan lo mismo de algunos de sus primos roedores, son muy comunes hacia el interior de Valencia, ocupando pinares muchas veces cercanos a zonas muy urbanizadas, por lo que están acostumbradas al hombre; pese a ello, son muy asustadizas, pese a su inicial costumbre de observar al intruso; al ver que no representaba una amenaza, no se molestó en seguir royendo piñas mientras la observaba, de hecho se mostró bastante cómoda pese a la cantidad de gente que estábamos allí. Un bonito encuentro, de no ser por los "amantes de la naturaleza" y sus escopetazos... la media veda no andaba lejos.
 
Ese mismo día fotografié por primera vez a una especie que, pese a haberla oído miles de veces durante los días más calurosos del verano, nunca la había visto en directo. Aquel día estaban muy activas debido a las altas temperaturas y a que muchas de ellas han salido últimamente del "cascarón":
 
Las cigarras (Cicada orni, creo) fueron las segundas protagonistas de la jornada, todo el rato con su ominoso canto. Uno de los días que más calor he pasado este año.


 
De estas ninfas surgen los adultos. Fijaos bien en las patas delanteras, preparadas para sacar al bicho de su enterramiento y aferrarse a los árboles.
 
El día, en muy grata compañía y muy fructífero y variado en cuanto a fauna, también animó a algunos macaones (Papilio machaon) a libar néctar y acompañarnos con su preciosa presencia.
 
Macaones.

 
Lagartija ibérica (Podarcis hispanicus).
 
Gata callejera.
 
Dejamos atrás este día que dio para tanto; esta vez, escribo sobre algo que estos años se ha vuelto habitual en la propia terraza de mi casa. Creo que ya dije por ahí que este año unas salamanquesas (Tarentola mauretanica) han criado aquí, pero su historia se remonta mucho tiempo atrás.
 
 
Hace tiempo ya este ejemplar se estableció en nuestra propia terraza, de la que sólo sale para buscar alimento. A mucha gente no le gustaría su presencia, pero a nosotros nos parece un valiosísimo insecticida natural y lo dejamos a su aire; incluso lo hemos bautizado como Rigoberto. Este año, después de muchísimo tiempo, parece que nuestro Rigoberto ha encontrado pareja, y, hace poco, aparecieron algunos juveniles.
 
Se trata de una especie común en todo el territorio y durante todo el año, como puede verse en estas imágenes del enero pasado.

 
Para terminar con esta entrada sobre las otras especies que suelo ver durante mis salidas, unas imágenes que he podido tomar este año cerca de casa sobre mariposas, libélulas y otro de mis favoritos: la puesta de sol.
 
Pontia daplidice.
 
Sympetrum fonscolombii, hembra.
 
Macho.

Ortethum coerulescens.
 


 
 
 
Bueno, pues espero que os haya gustado esta entrada algo distinta y, tengo que reconocerlo, bastante improvisada, pero pronto sabréis que esto tiene su razón de ser; esto tendrá que esperar pues durante los próximos días me he cogido vacaciones y no podré publicar por aquí. Hasta entonces, un saludo y...
 
¡Nos vemos en las tierras silvestres!


 
P.D: Un consejo; la naturaleza es fascinante en todas sus formas, ya sea una espectacular ave rapaz o un pequeño brote; cuando salgáis al campo, mirad por todas partes y fijaos en cada ser vivo que os crucéis, ¡No quedaréis indiferentes!



viernes, 7 de agosto de 2020

Crítica cinematográfica: El Gran Año.

Para empezar, os pondré en contexto: como muchos ya sabréis, durante este confinamiento hice un par de entradas sobre mi bibliografía de consulta y libros de fotografía; ya por entonces pensaba que estaría bien hacer alguna entrada resumen/crítica de algún documental, película, etc. sobre naturaleza y animales en general. Documentales no faltan, la mayoría muy interesantes, pero en la gran pantalla poco encontraremos. Por supuesto, hay cosas interesantes, como por ejemplo el documental "Cantábrico" que me guardo para otro día y así me lo vuelvo a ver y refresco la memoria. La verdad, estuve mucho tiempo pensando en qué película elegir para hacer la prueba, así que elegí esta breve comedia, a ver que tal se me da esto de ser crítico:


El Gran Año, estrenada en 2011, es una comedia estadounidense basada en el conocido "Big Year", una competición entre pajareros para ver cuál de ellos logra ver más especies (en Estados Unidos); luego reseñaré mi opinión al respecto, primero lo importante: aunque fue estrenada en 2011, yo la vi hace muy poco, 2017 o así, y, la verdad sea dicha, no me gustó demasiado. Entretenida desde luego que lo es, pero a mi parecer no han puesto toda la carne en el asador; podría mejorarse bastante. Pocas aves aparecen, centrándose más en el terreno de las emociones humanas; peor habría sido por ejemplo el extremo contrario, pero pienso que podría haber un equilibrio entre el Gran Año y la observación de aves, que en muchas ocasiones pasa a segundo plano, y el trasfondo personal de los personajes. Ambos tienen la misma importancia, pero, como suele pasar, se tiende a centrar la trama en uno de ellos, quizá incluso demasiado...

El elenco es de lo mejor de la película, con clásicos de este tipo de comedias, con Jack Black (Mars Attacks!, Escuela de Rock...), Steve Martin (Saga de la Pantera Rosa, aunque puede que os suene más por Doce en Casa) y Owen Wilson (Los Padres de Él). Black, como suele hacer, interpreta a un joven introvertido y algo excéntrico cuya mayor pasión son las aves, por lo que parece no encajar entre los demás. Participa en el Gran Año por primera vez, y, como no podía ser de otra forma, al principio solo encuentra complicaciones, pero poco a poco va engrosando su lista de observaciones, a la vez que conoce gente con sus mismas inquietudes y la que podría ser la chica de sus sueños. Su papel, algo diferente que en otras de sus películas, es de los mejores conseguidos en la película, interpretando a la perfección a ese joven solitario que busca su lugar en la vida, aunque esta no cese de ponerle baches. Steve Martin la verdad es que me falló bastante: disfruté mucho con sus papeles en sus otras comedias, pero esta vez se capta un cierto toque paternalista, principalmente con el joven Brad Harris (Jack Black), a decir verdad bastante cargante y, al final, aburrido; también es verdad que, de no estar muerto, habría preferido mil veces a Leslie Nielsen (Aterriza como puedas, Scary Movie), pero eso es algo que no se puede solucionar, claro. Quizá habría sido mejor alguien tipo Robert de Niro, eso sin duda. Por otra parte, se nota que está completamente en su salsa interpretando al excéntrico fundador de una importante compañía con gran cantidad de medios para pajarear, incluyendo un helicóptero; es el actual campeón del Big Year, lo que le lleva a una divertida rivalidad con el competitivo Bostick (Owen Wilson), último protagonista del film y de quien ahora hablaré.

 

He dejado a Wilson para el final porque para mi es un buen actor cuando se trata de películas de acción (Golpe de Estado por ejemplo), pero pésimo cuando se trata de una comedia. Bueno, quizá no tanto, pero en fin, que no le veo la gracia. Interpreta a un competitivo pajarero que quiere ganar a toda costa, pasando no solo por encima del resto de participantes, sino también de su propia familia. Le interesa ganar, y, en concreto, destronar a Stu Preissler (Martin), mucho más que la mera observación de aves, y evidentemente al final gana, pero paga un precio muy elevado. En fin, un personaje con mucha más miga a desarrollar, pero mal aprovechado por el intérprete. Ya que hablamos del típico personaje "graciosillo", pienso que habría encajado mejor alguien como Ryan Reynolds (la desternillante saga Deadpool), por ejemplo.


La película, entretenidilla, para pasar el rato; de esas que, aunque desde luego no vas a verlas al cine, te dejan un buen sabor de boca sin llegar a gustarte del todo. El tema aves, poco representado, cuenta sin embargo con algunas escenas interesantes, sobretodo para los aficionados como yo: el ánsar piquicorto en un manantial volcánico (claramente es un montaje, como casi todas las aves), la espectacular danza de cortejo del pigargo americano, la hilarante escena en la que, mientras Stu habla con la dueña de un jardín, Bostick se cuela para ver primero un colibrí... También es interesante la evolución de los personajes: Brad Harris, además de quedar en muy buena posición en el torneo, finalmente encuentra a su media naranja y se reconcilia con su anciano y enfermo padre, con un cárabo lapón de por medio. Stu Preissler, ya jubilado, disfruta de las aves junto a su nieto; por último está Bostick: como ya he comentado, gana el torneo, pero acude a observar un búho nival mientras su mujer está de parto, por lo que al final acaba victorioso, pero más solo que la una. Escenas de humor pocas para mi gusto, pero las que hay, bueno, pues de ríes un rato, que al final es lo más importante (y otra cosa que se llega a echar en falta). Sobre el gran año, pues yo no participaría: prefiero observar aves con tranquilidad y sin agobios, que, al fin de al cabo, al campo se va a disfrutar; esto, por supuesto, depende ya de cada uno.

Resumiendo: Sin llegar a gustarme del todo, es bueno saber que hay por ahí alguna que otra película de pajareo en la gran pantalla, y no deja de ser una entretenida comedia para una noche de Sábado por ejemplo. Aunque hay pocas aves, sí que aparecen algunas especies atractivas, sobretodo en la composición fotográfica del final. No me ha gustado, aparte de la aparición de Owen Wilson y un descafeinado Steve Martin, que el tema principal llegue a quedar en un simple trasfondo, igual que tampoco me habría gustado si se centrase sólo en las aves (no se llega a un "fifty-fifty"). Recomendable para pasar el rato, pero sin más pretensiones.

Sentado ante el ordenador, tras escribir una larga parrafada como la de arriba, no sé si esto de las críticas será lo mío o si, por el contrario, quizá tendría que buscar otras formas de seguir diversificando el blog. Por supuesto, se aceptan comentarios, críticas (constructivas), correcciones, cualquier ocurrencia...

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

lunes, 27 de julio de 2020

Días de garzas y flamencos.

Aparte de los Pirineos y las montañas alicantinas, estos días también he estado bicheando cerca de casa. No han sido salidas muy largas pues estos días me he reenganchado un poco al estudio; una mañana aquí, una tarde allá... pero así suelen ser mis salidas en estos meses de verano: hace demasiado calor por aquí para salidas de todo el día. En fin, que han sido salidas más bien breves, pero muy bien aprovechadas y con gran cantidad de encuentros faunísticos, sobretodo aves; y entre estas, pues han destacado las ardeidas (he visto todas las que podemos encontrar por aquí en época de cría) y flamencos, muchas veces en gran número estos últimos. Por supuesto ha habido mucha más variedad, sobretodo en el tema limícolas, pero luego hablaré de ello.

Empecemos, pues, por las garzas. Lo que más me ha gustado a este respecto han sido las observaciones de buena calidad que he tenido de los avetorillos (Ixobrychus minutus). Esta mimética y asustadiza especie es, por lo tanto, muy complicada de ver y, más aún, fotografiar; sin embargo, estos días los he estado viendo constantemente en mis paseos por l'Albufera y, principalmente, en la Marjal dels Moros. He podido fotografiar tanto al macho como a la hembra, pero sin duda esta última fue la que más cerca estuvo, pasándome como si fuera una paloma.

Avetorillo, hembra.

Macho.

Hay otra especie mucho más fácil de ver y hacer fotos bastante buenas, pero curiosamente este año están de lo más ariscas. Las garcillas cangrejeras (Ardeola ralloides) me dieron bastante esquinazo por los arrozales donde suelo verlas, pero con un poco de paciencia pude sacar un ejemplar en vuelo y otro al descubierto entre el arroz. Están preciosas con su plumaje nupcial.



Garcillas cangrejeras.

Respecto a estos ejemplares de talla "mini", también he visto martinetes (Nycticorax nycticorax), garcillas bueyeras (Bubulucus ibis) y muchas garcetas comunes (Egretta garzetta), pero las fotos no son muy buenas que digamos; de todas formas, al final me han salido casi todas las garzas de la península.
 

Garceta común.



Pasando a las especies más grandes, era evidente que alguna real tenía que caer, como esta que ya publiqué en la anterior entrada como anticipo y 2 o 3 más que o no las fotografié o las fotos no le hacen justicia. No las fotografié muy bien que digamos, pero pude deleitarme con el precioso colorido de la garza imperial (Ardea purpurea) y la blancura impoluta, excepto por el pico, de la garceta grande (Egretta alba). Justamente fotografié a la grande junto a unos flamencos, imagen en la que queda bien claro el tamaño del bicharraco.

Garza real.



Garzas imperiales (Ardea purpurea).

Garceta grande (Egretta alba; la del centro).

Sobre flamencos también ha habido bastante tema y es que humedal que visitaba, en generoso número que aparecían. L'Albufera, como siempre, se ha prodigado con observaciones bien cercanas de los titanes rosados, por lo que será por aquí donde empecemos. Como curiosidad, decir que muchas veces me ha pasado que la gente me pregunta "¿Son flamencos? ¿Pero estos no eran rosas?". Esto no es lo más... llamémoslo curioso, pues he oído a gente llamarlos papagayos, pelícanos, patos grandes, etc. Lo que pasa con el tema del color es que el rosado se ve sobretodo cuando extienden las alas o en vuelo, y depende mucho de la edad (los jóvenes son blancuzcos) e incluso otros factores como la luz que incida sobre ellos. Evidentemente le sueltas todo esto a un paseante común y se queda igual, yo digo simplemente que son más jóvenes o que no han comido muchos camarones (por cierto, olvidaba que el consumo de alimento también influye) y en paz, je,je.



Muchas veces en las fotos aparecen otras especies; luego hablaré sobre ellas.

  

 
 
 

Como he dado a entender antes, se están dejando ver muchos limícolas; de hecho, yo hacía tiempo que no veía tanto movimiento por estas fechas. Para empezar, los zarapitos trinadores (Nummenius phaeopus) ya están en su clásica zona en els Moros, y en el mismo sitio se han dejado ver especies como andarríos, archibebes o correlimos. A continuación un breve listado resumen acompañado de foto, cuando la haya y no de vergüenza ajena claro...

Zarapito trinador.
 
Andarríos grande (Tringa ochurops), bastardo (Tringa glareola)...

Correlimos tridáctilo (Calidris alba).
 
Correlimos menudo (Calidris minuta).
 
Muchas especies andan con polluelos. Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinum).
 
 
 
Cigüeñuelas (Himantopus himantopus).

Para terminar con tanta variedad aviar, unas fotos de otras especies que he visto y, de paso, comento otros animales que he podido observar; estos incluyen algunos que no he fotografiado pero me quedé con las ganas, como la golondrina dáurica (Hirundo daurica) y el chotacabras cuellirrojo (Caprimgulus ruficollis), demasiado rápidos/esquivos esta vez.


 
Moritos (Plegadis falcinellus).

 
Gaviotas de Adouin (Larus audonii).
 


 
Aunque lo hayas hecho muchas veces, siempre está bien sacar un rato para afotar charranes y fumareles...

Una del mar, muy presente también.
 
Limonera (Gonepteryx rhamni).
 
Brachythemis impartita.

Salamanquesa (Tarentola mauretanica). Este año han criado en mi terraza.

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

Unos jóvenes somormujos para terminar.