sábado, 5 de diciembre de 2020

Aves y paisajes de estos días.

 Cuando te gusta salir al campo y vas con tu cámara es inevitable; haces muchas fotos. Demasiadas para subirlas todas al blog. Para no tener que "desterrar" unas cuantas que he tomado desde mediados de noviembre hasta ahora, cuando ciertas circunstancias, personales y familiares, me van a dificultar el salir este puente. Recomiendo sobre todo pinchar en las fotos de paisajes para verlas en grande, hasta yo mismo me he sorprendido con las posibilidades estos días, principalmente propiciadas por la luz invernal y circunstancias atmosféricas.

Sobre tiempo atmosférico, estoy muy contento de haber disfrutado de una buena helada matutina hace unas semanas. Mañanas muy frías, en las que hace buena falta el abrigo, pero que dan pie a una fotografía diferente, tratando de retratar los pequeños cristales de hielo en la vegetación.


Las imágenes son todas de la Marjal dels Moros, donde, a pesar del ruido de maquinaria (a ver cuando terminan con las dichosas obras, que llevamos más de un año así) me sorprendió lo confiada que se mostraba una focha (Fulica atra) cuando normalmente, y más ahora que han quitado la vegetación que tapaba los observatorios, se alejan nadando (o mejor dicho galopando sobre el agua). Esta estaba más interesada en la comida.


Momentos como estos son perfectos para fijarnos en la belleza de las aves y otros animales más comunes, cosa en la que profundizaré más adelante.

En esta entrada he pensado no añadir fotos con recorte, pero no puedo resistirme a colgar los primeros escribanos palustres (Emberiza schoeniculus) de la temporada, que se mueven bastante ariscos entre los carrizales. Una hembra de martín pescador (Alcedo atthis), en cambio, posó estupendamente; también con recorte.

Escribano palustre. Hembra/juvenil.

Macho.

Martín pescador. Sé que es una hembra por la base naranja del pico.


Cerca de mi casa, en mi recurrido "Local Patch", también he tenido encuentros cercanos con otra especie mucho más común, tanto que la mayoría de vosotros la veréis (u oiréis) casi a diario. La tórtola turca (Streptopelia decaoto) es muy común en gran parte de la península. Desde luego faltará, por ejemplo, en ciertas zonas de montaña y demás, pero está muy extendida. En mi caso, cada vez que veo una me gustan más, tanto por su apariencia física como por ciertos datos de los que voy enterándome. Uno muy curioso es que su epíteto, "decaoto", viene a significar "dieciocho", dado que su canto parece repetir dicha cifra (dependerá de cada persona; mi tío, por ejemplo, decía que las oía decir "Cañizares").




Otra especie muy común, esta vez más grande, es la garcilla bueyera. No es tan cosmopolita, pero en los ambientes de huertas, barbechos, prados... de Levante nunca faltan. En mi pueblo suelo verlas habitualmente, en ciertas circunstancias: cuando se reúnen para comer en campos recién arados o seguir a los tractores, en zonas recién regadas, acequias, dormideros invernales... Últimamente se están acercando mucho más al pueblo y tomándose más confianzas con la gente. Desconozco el motivo exacto, pero el caso es que cada día veo más, por ejemplo, en el descampado que queda cerca de mi casa, posadas en postes de la luz, paseándose por la playa... En todos los casos muy confiadas, tanto que hubo alguna que, hasta que voló, pensé que quizá estaba herida o enferma... También recomiendo pinchar en las imágenes, merecen mucho la pena.

Macho adulto (por la "cresta" rojiza").

Con este ejemplar reconozco que viví un momento muy intenso; de los más íntimos que he tenido con la fauna de mi municipio.



Antes de continuar con el "pajareo", unas fotos de paisajes de huerta y costa, muy marcadas muchas por los fenómenos atmosféricos...

Oscuridad...

...y luz.

El Garo de Valencia, oculto por la neblina.

Este "acantilado" es, en realidad, un pequeño talud de tierra.



Estos paisajes se ven aderezados por las grandes bandadas de estorninos pintos (Sturnus vulgaris) que tienen sus dormideros en plantaciones y árboles de la zona.






En la costa también han recalado últimamente algunos bandos mixtos de gaviota reidora (Larus ridibundus) y cabecinegra (Larus melanocephalus), a los que he visto descansando tranquilamente junto a la orilla. Mucho más tranquilas que en otras zonas cercanas, donde unos indeseables lanzaban piedras a gaviotas, cormoranes... que descansaban en el agua. Me pregunto, ¿Por qué? ¿Son pescadores y les espantan la pesca? ¿Les han hecho algo para molestarlos? Al verme con la cámara, incluso lanzaron más piedras y se rieron, así que hay por ahí gente que se cree muy chistosa... Bueno, pasemos a las gaviotas:

No estoy miope, sé que no es una gaviota; pero me hizo gracia esta urraca (Pica pica) y su selecto menú a base de cangrejo.

Gaviotas reidoras.


En esta y la siguiente, las cabecinegras destacan en el centro.




Entre tanto gavioteo, tres bonitos correlimos tridáctilos (Calidris alba). Sólo tre, pero ¿Ya son multitud, no?

Este se dedicó a retarme con la mirada.


El último momento en el que profundizaré es mi cercano encuentro con un macho de tarabilla común (Saxicola torquata) desde un observatorio habilitado en l'Albufera. Ocasión perfecta para fijarse en sus tonalidades azabache, anaranjadas y blancas que presentan estas coquetas aves.



Cerca de aquí reposaba una buena cantidad de limícolas, uno de los grupos más grandes que haya visto por aquí: 160 cigüeñuelas comunes (Himantopus himantopus), 30 agujas colinegras (Limosa limosa) y 6 combatientes (Philomachus pugnax) para rematarlo. En las fotos veréis cigüeñuelas, el resto de aves está entre ellas, o formando parte de otro bando que me quedaba mucho más lejos.




Bandos de limícolas.


Todo esto puede parecer más que suficiente para una mañana, pero con el covid sólo se puede estar una hora y media en los distintos observatorios, así que aproveché para acercarme a la costa y disfrutar un poco del oleaje y los paisajes costeros. Los tengo muy vistos, pero siempre que puedo aprovecho su cercanía y comodidad de acceso.


Una gaviota picofina (Larus genei), de lo poco que se movía por la zona.




Muchas veces me tocaba alejarme para que no me alcanzara; bonito, pero peligroso si te coge.



Y todo esto es lo que, de momento, puedo contar. Dejo por último estas fotos de otros momentos que no duraron tanto, pero disfruté debidamente:

Cernícalo vulgar (Falco tinninculus) hembra.

Ánade friso (Anas strepera) en el Barranc del Carraixet. Primera cita en este humedal, por lo que es una observación muy importante la verdad.

Colirrojo tizón (Phoenicurus ochuros) hembra/juvenil.

Calamón común (Porphyrio porphyrio) escoltado por su pollo ya crecido (aunque aún se aprovecha del alimento que consiguen sus progenitores. El típico "nini", jejeje).

Últimamente no tengo mucho tiempo para campear por diversas circunstancias, entre otras porque dentro de poco empiezo a trabajar 6 meses en la Administración como interino (mejor habría sido un puesto fijo, pero por algo se empieza); de todas formas, estad atentos al blog. Tardará un poco, pero el listón va a subir como la espuma, creedme.

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!