sábado, 21 de agosto de 2021

Dónde ver aves en España.

Por el título de la entrada habréis pensado que, o se me ha olvidado algún signo de interrogación, o vengo a ofrecer la panacea del pajareo español. En realidad es una nueva reseña de un libro, en esta ocasión la "modesta" obra titulada "Dónde ver aves en España: Los 100 mejores lugares" del periodista especializado en naturaleza y redactor jefe de la revista Quercus José Antonio Montero.

Publicado por la editorial Lynx, todo un referente en cuanto a aves y naturaleza, describe itinerarios orientados a la observación de aves en absolutamente todas las Comunidades Autónomas, de Andalucía a Euskadi (lo pongo así porque es el orden del libro), en un total de 100 espacios naturales, con lo que al final nos quedan más de 200 rutas por lo mejorcito de nuestra geografía: Doñana, Ordesa, Somiedo, Albufera de Mallorca, Fuerteventura, Marismas de Santoña, Cabañeros, Arribes del Duero, Delta del Ebro, El Hondo, Monfragüe, Costa da Morte, Valle del Lozoya, Mar Menor, Irati, Urdaibai... Vamos, todo propuestas para nada apetecibles, jajajaja. Como aficionado a las aves, y supongo que a muchos os pasará lo mismo, contar con este tipo de ayuda bibliográfica viene muy bien a la hora de planificar las salidas y viajes. Está claro que hoy en día, con la gran cantidad de información en la web (foros, páginas especializadas, eBird...) pues hay muchísimos más recursos, pero yo personalmente todavía disfruto con los libros impresos. Pero, como todos los libros que he ido exponiendo, tiene sus puntos fuertes y otros que no tanto, algo inevitable pues es bastante antiguo (2005) y la cosa ha ido cambiando desde entonces.

Por una parte, y por empezar con algo positivo, el libro tiene bastantes "pros": Para empezar, tener en tus manos un montón de rutas para pajarear, dentro de otro montón de espacios naturales para patear, ayuda a la hora de saber por dónde tirar pues, aunque es muy fácil poner un parque natural en el GPS, suelen ser bastante grandes, y, además, algunas zonas son mejores que otras en cuanto a aves. Para rematar la faena, ves a una oficina de información y pregunta por aves, a ver qué te contestan... y he tenido pésimas experiencias en los centros de interpretación- ojo, no todos-. A este respecto, además, destaco la claridad en las indicaciones, vamos que es llegar y ponerte en ruta con los prismáticos, y al final de cada ruta encontramos un pequeño recuadrito con observaciones sobre alojamiento (a veces llega a ser insufrible su búsqueda), época recomendada, infraestructuras de observación, etc. de cada espacio natural. A destacar también, aunque sean meros pormenores:

- Introducción a la zona y su avifauna, y, ya al finalizar con cada zona, lista de aves residentes, en paso, invernantes... Parece una tontería, pero si hubiera tenido esto cuando empezaba ya me habría quedado sin pájaros para ver.

- Paradas en ruta indicadas con su número en mapas del libro. No sólo eso, también se indican los desvíos, ya que es sabido (por lo menos a mí me ha pasado más de una vez) que localizar accesos puede ser confuso. Si empezara además a contar anécdotas con el Google Maps, parecía esto el Quijote.

- Información clara sobre dónde y cómo observar las especies más codiciadas: Alondra ricotí, quebrantahuesos, camachuelo trompetero, mochuelo boreal... y sobre otras más comunes pero también bonitas e interesantes como los abejarucos.

- Además de las zonas más conocidas, incluye itinerarios por otras mucho menos pateadas e incluso lugares donde jamás esperarías encontrar aves. La Desembocadura del Guadalhorce, por ejemplo, no la conocía y jamás se me habría ocurrido la verdad.

- Te indica las temporadas en las que suele haber más afluencia de visitantes, en las zonas más conocidas: el Valle de Benasque en Agosto siempre está de bote en bote, pero a ver a quién te encuentras por las estepas de La Serena.

Para ilustrar los detalles ya definidos mi paraíso personal de observación: la Marjal dels Moros.

Con respecto a los contras, empezar diciendo que la información es vieja. Esto es algo normal ya que el autor lo publicó hace ya más de 15 años y en ese tiempo pueden cambiar muchas cosas; no es culpa del libro, seguro que Dante pensó que la Divina Comedia era lo más de lo más en sus tiempos, jejeje. El caso, que me he ido por las ramas, es que muchas veces veremos, por ejemplo, que el autor dice que no hay observatorios en Urdaibai... porque en aquel entonces no los había, pero ahora la cosa está en auge y hay hasta pantallas desde las que ves la marisma en directo. Una cosa más es que desaconseja el invierno, por ejemplo en Benasque, Ordesa... cuando yo he estado allí en febrero y me lo he pasado pirata, pero claro, con equipamiento de montaña. Si en un libro sobre rutas no previenes estas cosas a saber... pueden aparecerte en Picos de Europa, en pleno mes de Diciembre, en chanclas y bermudas (la noticia es real pero no la encuentro😅).

El aspecto de los observatorios en la Marjal ha cambiado mucho, algunos para bien y otros para mal; no voy a entrar en eso.

Sobre el inconveniente de los cambios en infraestructuras de observación y demás, aporto mi pequeño granito de arena con algunas novedades:

- Laguna de Gallocanta: Actualmente se gestionan hides de observación, por el precio más que razonable de 15 euros/día.

- Marismas de Santoña: En Laredo, la playa del Regatón acoge un gran contingente invernal de barnacla carinegra.

- Damiel: La cercana Laguna de Navaseca, con las mismas posibilidades y menos masificada, es una interesante parada cercana.

- Sierra de Gredos: Ya publiqué una entrada sobre el Hostal Almanzor, muy recomendable para pajareros y naturalistas.

- Albufera: Aparte del muy acertado inciso sobre la caza en invierno, añadiría que la zona del Estany de Pujol está muy concurrida en verano y, en general, los fines de semana que "hace bueno"; además, se han delimitado zonas de protección para las aves recientemente.

- Marjal dels Moros: Los miradores han cambiado mucho, y existen dos nuevos para observar la colonia de larolimícolas. Además de que hubo un incendio y la zona tuvo por bastante tiempo problemas de acceso, se habla de la presencia de focha moruna pero hace tiempo que no se la ve por allí y la cámara del CEA no funciona.

- El Hondo: Recomendables los observatorios junto a la carretera de Vistabella.

- Arrocampo: El homónimo parque ornitológico, instalado hace poco, cuenta con una serie de miradores en una ruta junto al embalse, por lo que es una parada interesante.

- Urdaibai: Aquí tenemos el Urdaibai Bird Center, abierto en 2012, muy interesante para observar aves desde telescopios, cámaras web... Esto último también lo podemos hacer online a través de su página web.

En resumen: aunque a veces pueda ser algo obsoleto, me parece una excelente iniciativa que, quizá, esté reeditada pues lo compré por Amazon; si no, sería interesante. Pese a ello, llevaba tiempo buscando un libro como éste, y, la verdad, disfruté mucho leyendo la información referente a las rutas; en fin, si así ya me emociono, espérate a que haga las rutas. A partir de ahora procuraré hacer alguna reseña sobre rutas incluidas en el libro, aunque ya tengo algunas: Marjal dels Moros, Albufera, miradores de Revilla... ojo a esto último.

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

viernes, 13 de agosto de 2021

Salidas de finales de Junio

 Casualmente me he acordado de unas salidas por el campo que hice en Junio, antes de las olas de calor, por entornos muy diferentes a los que suelo frecuentar, algo más lejos de casa. Los objetivos estaban claros: la orquídea cephalantera damasonium, con buenas poblaciones en el norte de Alicante, y localizar algún punto donde ver roquero rojo (Monticola saxatilis) en Valencia. El día que fui a buscar las orquídeas fue todo un éxito, viendo varios ejemplares y muchos de gran talla, en un entorno húmedo y neblinoso más propio de la primavera que de principios de verano.

Carrascal de la Font Roja.

Cephalantera damasonium.


Muchas más plantas florecen en la umbría de este magnífico carrascal, uno de los mejores conservados de la Comunidad y que mantiene gran parte de su estructura original. Entre ellas encontramos varios endemismos muy interesantes, uno de ellos solo presentes aquí y en la Sierra de Mariola.

Centaurea mariolensis, única de estos sistemas montañosos.

Apio bastardo (Apium repens).

Rosales silvestres (Rosa canina).


Hierba de cupido (Catananche caerulea).

No la conozco...

Como decía es un bosque muy interesante, con especies como tejos, arces, serbales, fresnos, quejigos y un largo etc. difícil de encontrar (como conjunto) en la Comunidad Valenciana. Todo ello rodeando el Santuario del mismo nombre, formando un bonito paisaje boscoso.




Tejo centenario.

Arce orón.

Espléndido fresno de flor.



Para buscar al roquero rojo la mejor opción era tirar hacia el interior, con varias parejas reproductoras entre la localidad de Alpuente y sus numerosas aldeas, en un entorno rural muy típico del "far west" que vemos en las películas de vaqueros muy apropiado para pasar un agradable día de campo. Empezaba la cosa con varias aves que, pese a no tener nada que ver con mi objetivo, son también muy interesantes, destacando la presencia de curruca tomillera (Sylvia conspicillata).

Alcaudón común (Lanius senator).

Águila real (Aquila crysaetos) juvenil.

Macho de curruca tomillera.

Los buitres leonados (Gyps fulvus) abundan en el interior valenciano, algo que muchos habitantes de la provincia ignoran e incluso se sorprenden al verlos.



Finalmente, tras una prolongada y poco definida subida a un castillo en ruinas (1475 msnm), localizo un ejemplar de roquero rojo. No hay foto, sólo un testimonio ocular; el año que viene intentaré mejorar esto pues era un poco tarde para verlos bien y hay otros territorios muy atractivos. La muela donde se asientan los restos del castillo es espectacular, dominando todo el paisaje de la aldea y entorno, y para mi sorpresa encontré una orquídea piramidal (Anacamptis pyramidalis) muy fresca para la época. Lo mismo pensé de las Cephalantera, quizá las lluvias de este año ayudaron a que siguieran así a finales de Junio.

Magníficas moles.



El Collado.

Simetría en un campo de carrascas truferas. Un cultivo muy interesante, al plantarse árboles autóctonos de la zona.

Anacamptis pyramidalis.


Y estas eran las rutas atrasadas de Junio. La verdad es que este verano está dando mucho de sí, entre otras cosas gracias a estas excursiones y el viaje a Andorra, y aún no se ha acabado. Incluso en plena ola de calor está siendo brutal... veremos en qué acaba la cosa. Me vais a permitir terminar con algunos paisajes de la cercana a Valencia sierra Calderona. Incluso en un día de paella en casa de unos amigos puede ser interesante para hacer fotos.




En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

jueves, 5 de agosto de 2021

El auge de las pardillas.

 La cerceta pardilla (Marmoranetta angustirostris), pequeño y amenazado pato del mediterráneo, suma efectivos en la Comunidad Valenciana, en gran parte gracias a programas de cría en cautividad y sueltas en espacios naturales, concretamente en los humedales de l'Albufera (Racó de l'Olla) y la Marjal dels Moros. Dos lugares que, si me seguís asiduamente, sabréis que visito bastante en mis salidas; esto claramente significa que me estoy encontrando bastante con la especie. Es más, ayer mismo visitando el Racó este ejemplar se fue acercando hasta dedicarme un auténtico pase de modelos. Lástima que las fotos más cercanas hayan salido algo desenfocadas, pero creo que tengo bastantes de buena calidad.

Cerceta pardilla.


Al proceder de suelta todas están anilladas, en este caso a partir de 2019. Procedentes del programa de cría del centro de recuperación de La Granja.

En l'Albufera hay muchas más aves, tanto en la propia reserva ya citada como en sus alrededores, muy entretenidos estos días por el paso migratorio de limícolas. En el propio Racó chorlitejos chico (Charadrius dubius) y grande (Charadrius hiaticula), 2 combatientes (Philomachus pugnax) y 1 correlimos zarapitín (Calidris ferruginea), y cerca de allí 3 ostreros (Haematopus ostealagus), un grupo formado por correlimos zarapitín, común (Calidris alpina) y menudo (Calidris minuta), vuelvepiedras (Arenaria interpres), archibebe claro (Tringa nebularia) y 2 zarapitos trinadores (Nummenus phaeopus), aparte de flamencos (Phoenicopterus roseus), gaviota picofina (Larus genei) y de Adouin (Larus audonii)... Como comprenderéis, ver todo esto en 3 horas de observación no tiene precio, y lo disfruté comom pocas veces.

Los 3 ostreros. He decidido empezar por las fotos en que los ejemplares estaban lejos y por ello son más malillas, luego la cosa cambia.

Chorlitejo grande.

Correlimos zarapitín.

Combatiente.

Otra cutre-foto de abejarucos (Merops apiaster) y tórtola europea (Streptopelia turtur).

Chorlitejo chico.

Correlimos menudo. Se van acercando al objetivo y...

Los más "chupacámaras": archibebe claro.

Vuelvepiedras.

Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinum). Esta madre tiene 3 pollos pequeños y algunos se asustan hasta de su sombra...


Las cigüeñuelas (Himantopus himantopus), sin embargo, no tienen ese problema. Estos pollos crecidos y sus padres no dudaron en atacar conjuntamente a una pareja de intrusos.

Detalle de un adulto.

Gaviota picofina.

Gaviotas de Adouin. Este joven portaba anilla y estoy esperando a recibir el historial.


Flamenco.

La población de pardillas en la Marjal dels Moros es aún mayor, viendo en dos mañanas distintas 6 individuos adultos (23-07) y 2 adultos y un pollo crecido (28-07). Aquí encontramos carteles, colocados por un compañero de afición al que conocí recientemente en el viaje a Andorra, donde se pide que, si ves ejemplares, envíes los datos de la observación al centro de recuperación de La Granja, responsable de las reintroducciones y con programa de cría de la Generalitat. Enviando dichos datos se contribuye al proyecto, con datos de primera mano muy importantes a la hora de conocer la evolución de dichas poblaciones.

Los encuentros aquí suelen ser mucho más lejanos a los observatorios.

Una vez más, las cercetas no fueron las únicas. Lo que más me gustó aquí fue un martinete (Nycticorax nycticorax) adulto en busca de cangrejos americanos que me sobrevoló mirándome con sus intensos ojos rojos, junto a limícolas como los zarapitos trinadores, correlimos zarapitines y menudos, archibebe claro y, como novedad un andarríos grande (Tringa ochurops), esta vez con especies difíciles de ver en Albufera como el somormujo lavanco (Podiceps cristatus) o el avetorillo (Ixobrychus minutus).

Martinete.

Zarapito trinador.

Andarríos grande.

Canastera (Glareola pranticola).

Garza real (Ardea cinerea).

Garceta grande (Ardea alba).

Porrón común (Aythya ferina).

Somormujo lavanco.

Hembra de avetorillo haciéndose la difícil.

La conclusión es que, igual que pasó en su día con el calamón y la malvasía cabeciblanca, la cerceta pardilla expande sus poblaciones gracias a los programas de cría, a los que quizá debería dedicarse más tiempo y recursos ya que, a la vista de los resultados, funcionan. Quién sabe cuál será la próxima especie en expansión... ya anticipo que se habla de la focha moruna (Fulica cristata).

Aquí acaba la entrada de hoy; estoy disfrutando bastante estos días con las aves, a pesar del calor se están dejando querer bastante. Veremos como continúa la cosa, se acerca el paso migratorio y otro viaje bichero que voy a dejar que sea una sorpresa.

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

Correo de La Granja por si alguien se pasa por aquí y ve alguna. Enviar fecha, nº de ejemplares y anilla si se ve (anticipo que aquí es difícil): centre_granja@gva.es