Mostrando entradas con la etiqueta Ciervo rojo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ciervo rojo. Mostrar todas las entradas

sábado, 19 de septiembre de 2020

Pajareando por España (III): Las dos castillas.

Mientras espero para hacer una entrada sobre el paso de paseriformes, pues el material que tengo aún se puede ampliar/mejorar mucho más, la tercera parte de mis viajes (hasta ahora) por España. Castilla-La Mancha y Castilla-León son dos zonas, como ya sabréis, muy amplias, las cuales por mucho que visites parece que no se acaban nunca. Todo este territorio implica, evidentemente, una gran diversidad de paisajes, lo que desemboca en una nada envidiable biodiversidad que yo intento retratar cada vez que voy. 
 
 
 
La zona que más cerca tengo es La Mancha, donde he visitado varias veces el interesantísimo humedal que es la Laguna de Pétrola (Albacete). Llama la atención, en primer lugar, la gran cantidad de flamencos comunes (Phoenicopterus roseus) en medio de grandes extensiones de cultivo, además de muchas otras aves acuáticas como gran cantidad de anátidas, fumareles, pagazas, limícolas y, por el entorno, rapaces como aguilucho cenizo, águila real, milanos... En mi caso, he estado aquí un par de veces, de las que rescato algunas fotos de aves, paisajes y monumentos cercanos (yo soy así, le doy a todo).
 
Aguilucho cenizo (Circus pygargus).
 
Pagaza piconegra (Gelocheidon nilotica) con roedor capturado.
 
Chorlitejo chico (Charadrius dubius).
 
Alcotán (Falco subbuteo).
 
Castillo de Almansa (S.XIV).

Otro rincón de Albacete con mucho encanto, aunque no suelen verse muchas aves, es el Nacimiento del Río Mundo: una serie de preciosas cascadas en un igualmente fotogénico entorno rupícola. Además, aquí cerca, durante el grado superior tuve la oportunidad de visitar el centro de educación ambiental "La Dehesa" durante un curso impartido por Carlos Sanz, cámara de Félix Rodríguez de la Fuente y defensor del lobo. Con él también tuvimos ocasión de interactuar con Uccio,un precioso macho de lobo adiestrado para estos fines. Por las noches pasaban otras cosas pero mejor que se queden allí, jajaja.

Tarabilla común (Saxicola torquata).
 
Precioso ejemplar.
 

Para terminar con La Mancha, un bonito viaje al Parque Nacional de Cabañeros donde, a pesar de no ver muchas aves, nos llevamos recuerdos como las grandes manadas de ciervos, los amaneceres (y atardeceres)... Mención aparte la horrible experiencia de nuestro alojamiento, sobretodo por parte de la recepcionista, que, entre otras cosas, nos aseguraba que no podíamos cenar allí porque no tenían nada pese a tener cafetería; por supuesto, tal como nos dijo el camarero, podíamos comer algo allí. En fin, en todas partes hay gente para todo... desde luego no volvemos a alojarnos allí.

Lavandula dentata.

 
Ciervos (Cervus elaphus) en la Raña.
 
Salto del Rocigalgo.

 Además yo empezaba a pajarear por aquella época, y, paliando un poco la pésima experiencia en el alojamiento, observé cerca mis primeros rabilargos ibéricos (Cyanopica cyanus) y alguna coseja más (no pongo muchas fotos porque tengo pocas buenas). En el propio Parque vimos buitre negro (Aegypius monachus) y aguilucho pálido (Circus cyanus) como más destacable; las fotos son pésimas, pero hay alguna de los buitres).

Buitre negro.
 
Golondrina común (Hirundo rustica).
 
Perdiz roja (Alectoris rufa).

Castilla y León es, sin duda, la que más me gusta de las dos comunidades: todo tipo de hábitats y gran cantidad de especies, tiempo fresquito en verano, senderismo allá donde vayas... Llevo muchos año yendo por allí, principalmente Segovia y Ávila, donde no sabiendo demasiado llegué a anotar un considerable número de especies, aparte de varios rincones con muchísimo encanto.

Cigüeñas en Segovia (Arriba) y Ávila (Abajo).
 
 
Acueducto de Segovia (S.II).

Castañar del Tiemblo (Ávila).

Hace poco profundicé mucho más por estas tierras yendo a la Montaña Palentina, lugar magnífico donde los haya para disfrutar de la imagen de grandes picos calizos rodeados de extensos hayedos y robledales. Antes de empezar, una breve mención a la empleada del hostal donde nos alojamos, quien, además de preparar unos desayunos riquísimos, nos hizo reír a base de bien con sus ocurrencias, algo muy propio de la gente de la zona por cierto. Por la zona hubo varias aves que yo nunca había visto y que, por lo tanto, fueron protagonistas de aquel viaje: carbonero palustre (Parus palustris), escribano cerillo (Emberiza citrinella) y alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio).

Escribano cerillo.
 
Alcaudón dorsirrojo.

Carbonero palustre (Parus palustris).

Mención especial merecen los mirlos acuáticos (Cinclus cinclus) de Aguilar de Campoo, los más accesibles para fotografiar que he encontrado hasta ahora.

Mirlo acuático.
 
 
Castillo de Aguilar (S.XI).

Para terminar con Palencia y, por tanto, con la entrada (de León ya os hablé hace poco), algunas mariposas, incluyendo un muy buen pepinazo para mi, que aquel año se veían muy bien.

Manto de oro (Lycaena virgauereae).
 
Apolo (Parnassius apollo), toda una novedad y de mis animales favoritos del viaje.

Montañesa gigante (Erebia palarica).
 
Medioluto montañera (Melanargia galathea).

Euplagia quadripunctata.

Y esta ha sido, hasta ahora y junto con este verano por León, todas mis experiencias castellanas; me queda mucho que ver por allí, así que toca ir volviendo y disfrutando de algunas de las zonas más amplias de España.

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

Unas fotos de Palencia para terminar. Curavacas (2520 msnm).
 

 
Puerto de Piedrasluengas.
 
Tejera de Tosande.

miércoles, 10 de junio de 2020

Pajareando por España (II): Andalucía e Islas Baleares.

Sigo con los paseos y rutas a nivel provincial en la fase 2, que pronto pasará a 3 en mi territorio y, dentro de nada, vuelta a la normalidad (aunque sea la "nueva"). Dentro de poco aparecerá por aquí material nuevo, pero esperaré a finales de mes ya que la cosa no ha terminado y, después de tanto tiempo, promete. Mientras tanto aquí está la segunda entrega de mis aventuras pajareras por España: trata sobre dos territorios muy distintos, a los que he juntado por el simple hecho de que el número de especies observadas es bastante similar:

- Andalucía: 60 especies observadas en 2 viajes.


- Mallorca: 50 especies observadas en tan solo una semana.


Andalucía era, hasta hace un par de años, una región totalmente desconocida para mi. Todo cambió en diciembre de 2018, cuando hicimos un viaje familiar/cultural a Andújar y Córdoba, con un día dedicado a observar aves y otra fauna. Sobre el animal en que todos estaréis pensando (es decir, el lince), pues no lo vimos, y parecía que aquel año nadie lo estaba viendo. Sí que vimos bastantes ciervos (Cervus elaphus), gamos (Dama dama) e impresionantes toros de lidia, aparte del bonito paisaje mediterráneo de la sierra.

Sierra de Andújar.

Gamos (Dama dama), el cérvido más abundante de la jornada.



Preciosos.

Vimos bastantes ciervos (Cervus elaphus), la mayoría a la sombra. Incluso oímos algo de berrea.



Este noble ejemplar fue el que más me gustó.

Sin olvidar a los más jóvenes.


Me encantó ver a los toros en libertad.

Imponentes.




Culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis).

Cómo no, pude observar bastantes aves. Las que más me gustaron fueron los rabilargos (Cyanopica cyanus) a corta distancia y los buitres negros (Aegypius monachus), pero vayamos por partes: lo primero que vimos fueron especies clásicas como la tarabilla común, urracas, estorninos y abubillas, a los que más tarde se sumarían pinzones, totovías y perdices, junto a otras que no veo habitualmente como herrerillos y trepadores.

Tarabilla común (Saxicola torquata).

A ver si veis todas las abubillas (Upupa epops).

Totovías (Lullula arborea).

Pinzón vulgar (Fringilla coelebs).

Herrerillo (Cyanistes caeruleus).


Trepadores (Sitta europea).


Según avanzaba el día, veíamos cada vez más buitres leonados, principalmente después de comer, junto a algunos ratoneros y un mochuelo que vimos en el camino de vuelta. Más tarde nos tropezamos con una espectacular carroñada cerca de una finca de caza, donde, además de leonados, observé los buitres negros. Fue, sin duda, el mejor avistamiento del viaje, pese a que se alimentasen de restos de trofeos... Los rabilargos, toda una novedad para mi, no andaban muy lejos.

Buitres leonados (Gyps fulvus).

A la izquierda un ratonero (Buteo buteo).


Buitre negro en el centro.

Creo que habían unos 3 más.


Mochuelo (Athene noctua).

Rabilargos alimentándose en una esparraguera.


Al día siguiente visitamos Córdoba, ciudad cuyo casco antiguo y mezquita-catedral me encantó y done descubrí una nueva delicia gastronómica, las berenjenas califales (recomiendo encarecidamente el restaurante "Bodegas Mezquita", junto a la catedral). En el río que atraviesa la ciudad, tras desembarazarme de una gitana que trataba de venderme no se qué esotérico, eché la tarde observando aves mientras mi familia daba una vuelta. Me gustó sobretodo la cercanía y confianza de una grajilla.

Córdoba.

Callejeando.

Mezquita.

Simpática grajilla.



Y terminé el viaje observando garza real, cormorán grande, martinete, martín pescador, lavandera cascadeña y andarríos chico; ninguna novedad pero aportaron diversidad a la visita.

Garza real (Ardea cinerea).

Cormorán grande (Phalacrocorax carbo).

Andarríos chico (Actitis hypoleucos).

Lavandera cascadeña (Motacilla cinerea).

En Agosto-Septiembre de 2019 nos fuimos otra vez hacia el sur, esta vez al Estrecho, aunque nos alojamos en un club de golf de Arcos de la Frontera, más bien lejos. Mención aparte merece el apartamento, bastante nuevo pero con sorpresas: espantosas e incómodas sábanas, un retrete averiado y, como colofón, la maravillosa puerta de la terraza que no cerraba; había que poner un palo para que hiciera de tope por la noche. Eso sí, un entorno precioso el del campo de golf, repleto de aves. Muchos habréis visto imágenes de aquí hace poco, así que incluiré mis favoritas:

Entorno del "resort".

Golondrinas dáuricas (Hirundo daurica).

Garcilla bueyera (Bubulucus ibis).

Otro mochuelo.

Pito real (Picus viridis).

Abejarucos (Merops apiaster).

Galápagos leprosos (Mauremys leprosa).

Del resto del viaje haré lo mismo, incluyendo las mejores imágenes: vencejo moro y limícolas en Chipiona, rapaces y cetáceos en el Estrecho, Cádiz capital,...

Delfines mulares (Tursiops truncatus).

Calderón común (Globicephala melas).

Nido de vencejo moro (Apus affinis).

Su ocupante.

Zarapito real (Nummenius arquata). Había varios, aunque igual este es trinador.

Vuelvepiedras, tridáctilos, chorlito gris,...

Alimoche (Neophron percnopteus), culebrera (Circaetus gallicus), milano negro (Milvus migrans) y abejero (Pernis apivorus), todos adultos.

Catedral de Cádiz.

Vuelvepiedras (Arenaria interpres).

Vejer.

Vamos ya a Mallorca. De este viaje publiqué un par de entradas hace tiempo pero, como pasó con Cádiz, se perdieron recientemente, aunque parecen haber pasado siglos debido al confinamiento. Fue un viaje familiar en Abril de 2018, pero esta vez nuestras intenciones eran más "naturalistas". Nos alojamos en un hotel similar al de Cádiz, pero sin tantas zonas verdes y, por suerte, con habitaciones en perfectas condiciones (también es verdad que fue menos divertida la cosa).

Catedral de Palma. No pudimos entrar porque estaba el Rey (y no es ninguna broma; de hecho, ese día hubo un mediático incidente de su mujer con la suegra...)

Empezamos visitando varios puntos de la costa, principalmente calas. Mi favorita fue la llamada "Cala Mesquida", donde se pueden observar las preciosas gaviotas de Audouin en un precioso entorno.

Gaviotas de Audouin (Larus audonii).



Cala mesquida.



Las rapaces también estuvieron bastante presentes, con observaciones de buitre negro (la única población isleña de España), halcón peregrino y águila calzada. Nos falló la pescadora y el halcón de Eleanora, pero pudimos compensarlo con muchas otras especies, sobretodo visitando el magnífico humedal que es S'Albufera de Mallorca. Algunas imágenes de las aves que vimos:

Águila calzada (Aquila pennata).

Buitre negro.

Cuervo (Corvus corax).

Agachadiza común (Gallinago gallinago).

ánade friso (Anas strepera).

Cigüeñuela (Himantopus himantopus).
Cercetas pardillas (Marmonetta angustirostris) y colorados (Netta ruffina).

Archibebe común (Tringa totanus).

Cuchara europea (Anas clypeata).

Garcilla bueyera.

Reyezuelo listado (Regulus ignicapilla).

Cercano pinzón.

Obviamente hubo mucho más que aves. Los preciosos paisajes de la isla, en la que además abundaban orquídeas y otras flores, y lo que nos reímos todos ya eran de por si buenas razones para la visita. Además, la mayoría de días las temperaturas fueron frescas y agradables, pese a no haber disfrutado del sol y la playa como nos indicaron algunos a la vuelta. De todas formas, yo creo que mejor que haga algo de fresco, je, je.

S'Albufera.

Formentor.

Serapias lingua.

Ophrys scolopax.

Ophrys speculum.

Cyclamen balearicum, endémico.

Papilio machaon.

Gladiolus illyricus.

Papaver somniferum.

Ternelles.

En definitiva, dos preciosas zonas de nuestra geografía donde disfrutamos enormemente de su biodiversidad y paisajes, comimos bien y pasamos muy buenos ratos. De momento esta serie de entradas va a quedar eclipsada (aún más) por las vivencias post-cuarentena, que ya incluyen algún que otro viaje, por supuesto con prudencia, responsabilidad y, mi parte favorita, evitando aglomeraciones, jajajajaja.

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!