Mostrando entradas con la etiqueta Zoo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Zoo. Mostrar todas las entradas

sábado, 31 de octubre de 2020

En peligro crítico de extinción.

 Me había planteado muchas veces una entrada como esta, en la que trataré de dar mi opinión sobre el gravísimo problema de pérdida de biodiversidad que estamos sufriendo desde hace bastante tiempo. Como ya he dicho es una opinión, sobre las causas del problema y las soluciones que se aportan; algunos pueden no estar de acuerdo conmigo, pero ese es el problema con los blogs: para mí, este es un espacio personal en que compartir mis vivencias y opiniones, que, como todo, pueden no concordar con las del resto. El caso es que llevo mucho tiempo dándole vueltas a las palabras "peligro crítico", siglas de uno de los estatus de conservación más alarmantes designados por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), justo después de "extinto". Estar en peligro crítico es un triste honor, compartido por gran cantidad de especies que, la mayoría de las veces, si no todas, han sido empujadas a este punto por la avaricia e hipocresía del ser humano: caza furtiva, destrucción del hábitat, contaminación...

Dentro de todas estas especies hay otras consideradas "extintas en estado silvestre". Cuando escuchas frases como estas, piensas en los errores que seguimos cometiendo, una y otra vez, como si fuese imposible aprender de ellos. En esta categoría estuvo el bisonte europeo (Bison bonansus) hasta hace bien poco, y es donde está incluida la principal protagonista de esta entrada:

Os pongo en antecedentes: este año por mi cumpleaños me regalaron el "pase verde", una entrada anual para el Bioparc Valencia (para los que no lo conozcáis, es un enorme zoológico cercano al cauce del Turia, centrado en la fauna africana). No soy muy partidario de ver animales en cautividad, pero ya que lo tengo lo utilizo y me doy una vuelta por allí. Luego ahondaré más en el tema de los zoológicos; el caso es que en el parque hay una pequeña manada de gacelas dama o Mohor (Nanger dama), especie principalmente sahariana que, como ya supondréis, se haya extinta en estado silvestre. Actualmente sólo puede verse en programas de reproducción de Europa, Norteamérica y Sudáfrica, aunque se está intentando reintroducir, al igual que pasó con el bisonte europeo, en varias zonas de su distribución natural.

Una madre y su cría (nacieron durante la cuarentena).

Fue José Antonio Valverde, figura de referencia en la investigación y conservación de la fauna de nuestro país, quien en 1975 trasladó 11 ejemplares a Almería desde el antiguo Sáhara español justo en plena invasión marroquí o "Marcha Verde". Actualmente hay 300 ejemplares viviendo en instituciones de todo el mundo. Se trata de un animal precioso, como ya habréis visto hasta ahora en las fotos, que llama mi atención desde que la vi hace años en una revista. Su brillante pelaje es de un intenso marrón rojizo/castaño en partes dorsales, mientras que parte del rostro, el vientre y partes inferiores son de un blanco inmaculado. Tanto machos como hembras poseen cuernos, por lo que es difícil diferenciarlos; en todo caso, los machos suelen ser más grandes y pesados. Su delicada anatomía, de finas patas y cuello largo y esbelto, le confieren un aire ciertamente elegante que siempre intento plasmar, aunque nunca es como yo espero.

Un juvenil.

A veces viene bien sentarse a la sombra.


Compartiendo recinto encontramos una pareja de ádax (Addax nasomaculatos), una especie de antílope muy resistente del desierto sahariano que ha compartido el mismo destino que las gacelas.

Igual que con las gacelas, tanto machos como hembras tienen cuernos.


Los conflictos armados, como la citada Marcha Verde, son otra grave amenaza para la fauna autóctona que rara vez se cita. La guerra, causada siempre por la avaricia humana, no solo genera pobreza, miseria y daños físicos y emocionales indecibles en la población humana: también destruye paisajes, biodiversidad... Entre otras especies afectadas cito al gamo persa, atrapado en los conflictos de oriente, o los grandes simios del centro de África, zona muy convulsa debido al aprovechamiento de materiales como piedras preciosas y metales. En el Bioparc también hay un grupo reproductor de gorilas occidentales (Gorilla gorilla), en grave peligro de extinción por los conflictos armados, enfermedades contagiosas como el SIDA y su utilización para la denominada carne de bosque. Los gorilas, como el resto de los simios, son homínidos, es decir, se parecen a nosotros, y nos los estamos cargando...

Los machos son impresionantes, pese a ser una especie mayoritariamente pacífica.

Poderosos...

...y tiernos.

Muchas especies en grave peligro, o directamente desaparecidas del medio natural, siguen existiendo gracias a estos programas de cría; es cierto que mucha gente no es partidaria de los zoos, incluido yo, pero también lo es el hecho de que, para muchas especies, la cría en cautividad es su última esperanza. Pocas soluciones más hay para la gacela dama, el ádax y muchos otros; sin embargo, hay mucha gente que se opone y piensa que están en una "cárcel de animales", pese somos nosotros los que hemos propiciado esta situación. En mi opinión, el colmo de la hipocresía. Es cierto que estos animales pueden darnos pena, pero ¿Cuál sería la solución? ¿Permitir que se extingan? Está claro que habría que haber tomado medidas mucho antes, como dejar de cazarlos, no destruir o alterar su medio natural... En este punto no hay marcha atrás para muchas especies (amén de muchas otras amenazadas de las que, por vivir en zonas especialmente complicadas, apenas tenemos datos), y es muy fácil hablar y criticar pero más difícil aportar soluciones válidas. Gracias a la cría en cautividad se han recuperado especies avocadas a un futuro incierto, y la gacela dama aún puede hacerlo. Dejemos que estas elegantes gacelas vuelvan a poblar sus dominios.

En fin, no es que yo crea que los zoos son la panacea; la conservación debe iniciarse mucho antes, y muchos animales por ejemplo exhibidos en Bioparc ni están en programas de recuperación, ni amenazados. Y, por supuesto, aceptaré de buen gusto las opiniones de los demás, siempre que se formulen de forma respetuosa.



¿Es necesario mantener en cautividad elefantes (Loxodonta africana) o suricatos (Suricata suricata) o sólo lo hacemos para nuestro disfrute y divertimento?

Y aves como el avemartillo (Scopus umbretta)... ¿Tenemos que privarles de su libertad y derecho a volar solo para admirarlas?

Esperando no haber ofendido a nadie y que os haya gustado esta peculiar entrada; pronto os enseñaré algo más amable y mucho menos polémico (espero que nada) con la otoñada en algunos bosques valencianos. Hasta entonces, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!