sábado, 17 de julio de 2021

Verano en l'Albufera.

 Me pongo con esto que si no luego habrá demasiado retraso en las publicaciones. El caso es que en 2019, cuando este blog se escribía "En Tierras Silvestres" sin el 2.0, redacté una entrada a la que titulé "Época de cría en l'Albufera". Luego perdí todas aquellas entradas por un fallo informático, pero he conseguido relanzar este blog y, aquí estamos, otro verano más. Y nuevas escapadas estivales a l'Albufera en las que ha habido un poco de todo: calor insufrible, polluelos, lluvia, mosquitos, paso migratorio... Antes de otras publicaciones más potentes, prefiero enseñar un poco del Parque Natural durante Junio y Julio.

Para empezar, estamos en época de cría, en la que las aves se pasean con sus polluelos. Los de las limícolas son los más visibles al ser nidífugos y seguir a sus padres ya desde muy pequeños. Es el caso de las cigüeñuelas (Himantopus himantopus) que ya andaban muy atareadas con su prole a mediados de Junio.

Polluelos de cigüeñuela de diversas edades.



Algunos adultos.


Los chorlitejos patinegros (Charadrius alexandrinum), que se dejan ver muy de cerca en diversos puntos, tienen unos pollos muy pequeños y frágiles, por lo que los padres nunca andan lejos. Incluso he llegado a presenciar algo de "displaying", la conducta disuasoria que consiste en fingir una herida para distraer al depredador (por ejemplo, las temibles patiamarillas).

La foto más decente que tengo de un pollo.

Qué bonicos son.

"Displaying".


Otros que también andan con la crianza de sus polluelos son los charranes comunes (Sterna hirundo) que van la mayoría con bastante retraso y los charrancitos (Sterna albifrons), ya con pollos muy crecidos.

La mayoría de charranes comunes estaba incubando en mi última visita.

Desde una zona habilitada se pueden ver varios nidos de charrancito en una colonia acotada para evitar molestias. En mi opinión podrían haberse cortado un poco acotando ya que se ha cerrado un camino bastante lejano a cualquier colonia o pareja de cría. Es sólo una opinión; aunque sí que es verdad que podrían abrirlo (y así lo espero) fuera de la época de cría.




Adultos y pollos ya crecidos.

Las anátidas tampoco se quedan cortas, como esta mamá azulón (Anas platyrhynchos) con unos 15 polluelos. Este número de individuos se repitió... pero eso lo dejo para más adelante.

Azulones.

Durante estas visitas "familiares" siempre se dejan ver otros animales como flamencos (Phoenicopterus roseus), todo tipo de gaviotas... destacando la gran diversidad de ardeidas en los arrozales. En una vuelta carrileando por estos cultivos, martinete (Nycticorax nycticorax) muy confiado, garza real (Ardea cinerea), imperial (Ardea purpurea), garceta común (Egretta garzetta), garcilla bueyera (Bubulucus ibis) y cangrejera (Ardeola ralloides), sin olvidar a los moritos (Plegadis falcinellus).

Gaviota picofina (Larus genei).

Gaviota reidora.

Gaviota patiamarilla/de adouin joven (Larus spp.). A esas edades no puede determinarse la especie.

Garceta común.

Flamencos.


Siempre te llevas muchas fotos de estos bonitos gigantes.


- En los arrozales:

Morito.

Garza imperial.


Garcilla cangrejera.

Garceta común.

Martinete.


Garcilla bueyera.

Garza real.

No sólo aves: también está el sorprendente encuentro con un conejo (Oryctolagus cuniculus) melánico que sospecho será un escape y las libélulas, como las "acosadoras" Brachythemis impartita y su curiosa costumbre de seguir a los humanos y otras especies de invertebrados.

Conejo melánico.

Brachythemis impartita.


Macho.

Limonera (Gonepteryx rhamni).

Los lirios marinos (Pancratium maritimum) y su tardía floración. Donde mejor quedan es en las dunas; el otro día encontré varios arrancados y tirados por ahí😒.

Todo esto es lo visto durante Junio y lo que llevamos de Julio; aún queda verano para otras visitas, sobre todo ahora que ha empezado el paso de limícolas con muy buenos números: 15 combatientes (Philomachus pugnax; ya dije que se repetía el número), archibebes común (Tringa totanus), claro (Tringa nebularia) y oscuro (Tringa erythropus) y un correlimos común (Calidris alpina). 

Correlimos común.


Combatiente y archibebe común.

Combatientes. Estas aves me resultan fascinantes por su variabilidad de plumajes, aunque nunca he visto un ejemplar reproductor.



Archibebe oscuro, en este caso haciendo honor a su nombre.

Poco texto y bastantes fotos para mostrar lo visto bajo el sol abrasador, un poco más cargante después de pasar una semana en Andorra; hasta allí viajaremos en la próxima publicación, hasta entonces, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!