sábado, 19 de febrero de 2022

Cormoranes nupciales y más en un atípico febrero.

 Tras la entrada anterior, resumiendo tres semanas y, por tanto, mostrando una gran variedad de especies y ambientes, esta vez resumo lo que he visto por mi zona habitual (Alboraya y alrededores, para quién no lo sepa) en esta primera semana de descanso. Como todos los años, por estas fechas empiezan a verse los cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) en plumaje nupcial, poco antes de que abandonen la zona allá por Marzo-Abril. Aunque el cormorán es una especie muy común, siempre me alegra ver a estas grandes aves; lástima que a muchos pescadores no les guste su presencia, llegando a espantarlos o tirarles piedras. Precisamente el otro día vi uno muerto, lo que no significa que lo mataran, aunque no daba muy buena espina. Se ve cada individuo por aquí...


Adultos nupciales. La mejor forma de identificarlos es la cabeza "casposa", cuya extensión de blanco puede variar, y las manchas blancas sobre las patas, esto último muy visible en vuelo.

Este tiene menos blanco pero puede apreciarse.


Un par de inmaduros.

Este está anillado (M49156).

Otras aves interesantes, más que nada porque se salen de lo típico de azulones y fochas, son la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides), martín pescador (Alcedo atthis), pato colorado (Netta ruffina), gaviotas cabecinegra (Larus melanocephalus) y de Adouin (Larus audonii), calamón (Porphyrio porphyrio), con una población reproductora cada vez mayor; agachadiza común (Gallinago gallinago), correlimos tridáctilo (Calidris alba) y escribano palustre (Emberiza schoeniculus). Ojo a estas dos últimas especies, he tenido observaciones de calidad como pocas veces, sobre todo con los escribanos al estar más activos.

Garcilla cangrejera.

Martín pescador.

Pato colorado.

Adouin.

Calamones.


Agachadiza común.

Escribanos palustres (Dos hembras ).


Correlimos tridáctilos en su salsa, esta vez sin molestias perrunas...




Otro día sí que las había, y por partida doble. En fin, poco se puede hacer; los tridáctilos han escogido la "playa canina" como lugar para alimentarse y descansar, y, si les dices algo, los dueños suelen causar problemas.

Las aves más comunes, como fochas (Fulica atra) y azulones (Anas platyrhynchos) también dan mucho juego, sobre todo cuando puedes obtener buenos resultados, aparte del graciosísimo grupo de 15 patitos que siguen a su madre. Ésta es un ave que todos los años, en el mismo punto, suele sacar un número similar de polluelos, y la mayoría salen adelante, aunque sospecho que no todos se quedan; si no, no cabría ni uno más.

Azulones.


No es la madre de los pollos, si no una especie de híbrido con pato doméstico emparejado con un macho de azulón.

Focha estirando.

Las aves más pequeñas (sin hablar de escribano palustre o martín pescador, que ya han aparecido) también están a la orden del día: aparte de las habituales tórtolas turcas (Streptopelia decaoto) encontramos jilgueros, verdecillos, pinzones, colirrojos, mosquiteros... Es una de las ventajas de vivir rodeado de huertas y campos, aparte de la gran baza del Barranc del Carraixet.

Mosquitero común (Phylloscopus collybita).

Verdecillo (Serinus serinus).

Colirrojo tizón (Phoenicurus ochuros).

Jilguero europeo (Carduelis carduelis).

Petirrojo (Erithacus rubecula).

Tórtola turca.

Concluimos así la primera semana de unas cuantas de descanso, pajareo, paisajes chulos... en las que, si todo va bien, irán apareciendo por aquí novedades bastante chulas, con un par de cambios radicales de ambiente y, esperemos, mucho bicheo del bueno. De momento os dejo con esta imagen de un calamón y su cría.


En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!