Mostrando entradas con la etiqueta Cabra montés. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cabra montés. Mostrar todas las entradas

sábado, 12 de junio de 2021

Aves y mucho más desde la Plataforma de Gredos.

Sigo con el repaso al viaje a Gredos y la Mancha que realicé del 1 al 6 de Junio. El día 2 de Junio tenía contratada una ruta con la empresa Gredos Guides para buscar pechiazul (Luscinia svecica), roquero rojo (Monticola saxatilis), escribano hortelano (Emberiza hortulana) y otras aves alpinas. Primero que todo tengo que decir que es un gustazo poder ver todas las especies que tenías en mente, como pasó aquel día, pero el tema de la fotografía estuvo más complicado con el pechiazul y el roquero por motivos que luego iré explicando. A las 9 de la mañana me esperaba Juanfran (todo un lujo de guía; la mayoría de las fotos de la entrada no habrían salido igual si hubiese ido yo solo) para empezar a subir hacia donde estaba el pechiazul. De camino, aparte de los grandiosos paisajes de montaña a los que tan poco acostumbrado estoy en la costa (con alguna honrosa excepción), vimos acentor común (Prunella modularis), bisbita alpino (Anthus spinoletta), collalba gris (Oenanthe oenanthe), de la que luego pondré mejores fotos; alndra común (Alauda arvensis) muy confiada, unos buitres negros (Aegypius monachus) y una de las aves que más andaba buscando, el escribano hortelano (Emberiza hortulana), una de las 5 novedades que me llevo de este viaje. Teniendo en cuenta que la mayoría de especies las vimos antes de las 10, empezaba bien el día.










Al llegar a las zonas de pechiazul no había mucha actividad por el viento; pudimos ver un ejemplar acarreando cebas a ras de suelo y otro subido en un lejano piorno, aparte de otro que escuchamos. Algo es algo; me gustaría haberlo sacado mejor pero así ya hay excusa para volver.



Ahora que hablo del pechiazul, voy a tocar un tema algo delicado. Es una práctica de muchos observadores y fotógrafos de aves, y, tal como me comentó Juanfran, quizá problemática para la especie: Muchos aficionados se sirven de reclamo para atraer y fotografiar al pechiazul; esto ha provocado que en algunas zonas visitadas los machos hayan buscado otras al oír mucho reclamo, que lógicamente asocian con otros machos competidores. No digo que sea una mala práctica, pero lo hace uno, luego lo hace otro... a la larga se sigue haciendo en los nuevos territorios que ocupa... una especie de círculo vicioso. Mi opinión, tan válida como cualquier otra, es que hay que prescindir de reclamo, por lo menos en época de celo.

Seguimos, pues sólo era un breve comentario: el caso es que, mientras esperábamos un rato donde los pechiazules, con vistas a un bonito prado surcado por un arroyo (que desemboca en el Tormes), apareció un ave con la que no contaba, y no la hacía yo por aquellos lares. Una cigüeña negra (Ciconia nigra), para más emoción un precioso adulto, bajó volando al riachuelo y estuvo un buen rato por allí pillando ranas. Las fotos no son muy buenas, para nada, pero es algo bonito de compartir. Por la zona veía también mis primeras cabras montesas de la subespecie victoriae, muy bonitas pero lejanas. Si entonces lo hubiera sabido...



El pechiazul estaba muy esquivo y las nubes y niebla bajaban por la montaña, así que nos fuimos a otro piornal donde el pechiazul directamente ni apareció, pero valió la pena. Primero por ver paisajes nuevos. 

"Prao Pozas".


La Mira (2343 msnm).

El caso es que Juanfran, que sabía que me gustaría ver las cabras, me avisó de que había un grupo de machos grandes y fuimos a su encuentro. Un grupo de machos solteros como los que se forman fuera de la época de celo, comandado por un alfa al que todos siguen allá donde va. Qué voy a decir de estos auténticos monstruos... su forma de mirarte... sus cuernos recortados contra el cielo azul... rodeados del amarillo de los piornos. Mejor callo ya y pongo las fotos:

Cabras montesas (Capra pyrenaica subsp. victoriae).





Bajando de nuevo hacia la plataforma, lo que había sido un gran día para las fotos, quitando al pechiazul, sufrió un leve revés con dos especies que, además, eran novedades. Primero la lagartija carpetana (Iberolacerta cyreni), desenfocada por la rapidez de su aparición, los nervios... diréis que total, es una lagartija, pero es preciosa... tanto que pongo la foto por mucho desenfoque que haya:

Lagartija carpetana.

Como habréis supuesto la otra especie que salió rana fue el roquero rojo (Monticola saxatilis) que salió desenfocado detrás de una roca. Esta sí que no la pongo; por suerte, tengo otra que se ve muy lejos pero, bueno, se ve. De todas formas otra bonita novedad.

Seguimos el camino y encontramos otro grupo de cabras, otra vez machos. Están muy acostumbrados a la presencia humana pero todos te miran con curiosidad, sobre todo si llevas una cámara, prismáticos... lo que ya no sé es cómo mirarán a los rifles (Sierra de Gredos: espacio protegido y Reserva Nacional de Caza, mu' bien). 


Llegamos a un puente para salvar el río, parte de la ruta hasta la Laguna Grande y otras rutas por la zona. Aquí paisajes, aviones roqueros (Pytonoprogne rupestris) y truchas (Salmo trutta).


Avión roquero.


Trucha común. Cada vez que veo una me hace mucha ilusión pues en mi tierra cada vez hay menos.

Y entonces volvieron a aparecer las cabras. Por desgracia me perdí gran parte de una pequeña escaramuza, pero después pude quedarme a gusto fotografiando los saltos de un lado a otro del río y otras cosillas que hicieron por allí.

Pelea (más bien un conato)




Emprendemos, ahora sí, la bajada hasta la Plataforma, no sin ver cosas interesantes (eso nunca): una vez más destaco la labor de Juanfran. Fue comentar brevemente que me gustaría ver orquídeas durante mi estancia en Gredos y mostrármelas a montones en unos prados junto al camino. Desde luego, con gente así da gusto hacer una actividad guiada, aunque reconozco que lo que más me gusta es ir por libre, jejeje.

Collalba gris.

Calzada Romana (S.V). La madera no, eso es nuevo jajajaja.



Saxifraga spp.

Dactylorhiza maculata.


Y esta es la crónica de mi salida alpina por Gredos, sin duda una de las jornadas más satisfactorias y espectaculares del viaje. Espero que os haya gustado y nadie se haya sentido aludido en lo de los reclamos, pues no es esa mi intención, sólo comentaba una circunstancia. Os dejo con el último protagonista de la mañana, al que vi bajando hacia el hotel.

Totovía (Lullula arborea).

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

sábado, 29 de mayo de 2021

Desconfinando por Gúdar

Parece que haya pasado muy poco tiempo, pero al fin y al cabo así es la vida: desde que en noviembre cerrasen las comunidades autónomas han pasado 6 meses, aunque hayan pasado volando como de costumbre. 6 meses en los que, al menos, me he podido mover por la Comunidad Valenciana y ver aves y otros animales, como os he ido mostrando. Ahora que ya podemos salir, no iba a ser menos, y aquí viene mi primera salida tras el confinamiento por la Sierra de Gúdar (Teruel) ya que está bastante cerca y se puede ir y volver en el día. Todas las imágenes son del día 15 de Mayo.

Y qué mejor que empezar un día tan señalado con una buena observación de cabras montesas (Capra pyrenaica), concretamente una hembra con sus dos jóvenes cabritos mientras trataba de localizar (infructuosamente) algún halcón peregrino. El punto de observación (Estrechos del Mijares) no lo conocía, y he de reconocer que me gustó mucho tanto por los paisajes como por la fauna. Fuimos 2 veces en el día que resumo a continuación, donde aparte de las cabras había buitre leonado (Gyps fulvus) y roquero solitario (Monticola solitarius).

Estrechos del Mijares.

Cabras montesas.


Había muchísimos buitres leonados pero con unas condiciones de luz muy malas.




Lino (Linum narborense).

Ononis spp.


Roqueros solitarios. Juvenil.

Adulto.

La búsqueda de otras especies como mirlo acuático, alcaudón dorsirrojo... en la localidad de Linares de Mora se vio truncada al no poder acceder a la zona en cuestión por una prueba ciclista en el pueblo, tan poco advertida la situación como siempre. En su lugar, culebrera europea (Circaetus gallicus) y algunos pequeños pajarillos, mariposas, plantas y el pueblo que es muy bonito. A ver si consigo otra oportunidad  de hacer la ruta y buscar las especies que quería pronto.

Castillo de Linares (S.XIII).

Saxifraga.

Violeta (Viola odorata).

Endrino en flor (Prunnus spinosa).

Culebrera europea. Basándome en la guía de Forsmann un juvenil: poco marcada por debajo, caperuza rojiza...

Cejialba (Callophyris rubi).



Jabonera (Saponaria officinalis).

Pedreguera (Lassiomata megera).

Aguileña (Aquilegia vulgaris).

Tarabilla europea (Saxicola torquata).

Cueva Mona.

Zarcero políglota (Hippolais polyglotta).

Una advertencia: excepto la curruca carrasqueña y alguna que otra salvedad, pocas aves más se vieron, pero quiero seguir mostrando algunos ambientes en los que anduve. Para empezar los extensos pinares y robledales de esta vertiente de la sierra, en un ambiente propio del Pirineo, sin olvidar las moles de roca que se erigen por todas partes. 



Hepática (Hepatica nobilis).

Cojín de monja (Erinacea anthyllis).


Quejigares.

También visité brevemente un pinar de repoblación, con muy poca variedad de especies; lo utilizaré como muestra de lo que consiguen todos aquellos que quieren montes "limpios".


Las zonas de matorral como rosales, espinos, etc. también son un buen punto de observación de aves; poca variedad esta vez con la carrasqueña (Sylvia cantillans), cucos (Cuculus canorus), más tarabillas (Saxicola torquata) y un solitario macho de cernícalo (Falco tinninculus).

Tarabilla hembra.

Curruca carrasqueña.

Cernícalo vulgar.

Y por último, para terminar con esta austera primera salida de desconfinamiento, los extensos prados y pastizales, incluyendo el verdor de los trigales en esta época; verdor siempre jalonado por amapolas, milenramas... todo ello con una luz preciosa, en contraste con el desapacible día que nos había hecho hasta aquel momento. Consecuencia: toda la familia asaltando el after-sun.




En resumen: por fin volvemos de visita a nuestras vecinas tierras turolenses, tan cercanas e irresistibles como siempre nos las encontramos. Cruzo los dedos: ¡¡¡Gallocanta 2021!!!, y, con un poco más de suerte, vacunado; aunque a los menores de 30 creo que aún nos tocará esperar un tiempo. Eso sí: la semana que viene Gredos y la Mancha Húmeda...✌

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!