Fotografiar aves y fauna en la naturaleza, ya sea tras horas de búsqueda o, simplemente, un agradable paseo por el campo, es muy gratificante, tanto por las imágenes obtenidas con cierto esfuerzo como por el ejercicio físico y lo bien que sienta una buena caminata, aparte de ser saludable. Pero hay veces que quieres conseguir ciertas imágenes específicas: de una especie difícil, en unas determinadas condiciones... Para ello la opción más cómoda, además de respetuosa con las especies, son los hides fotográficos. Yo personalmente no uso muchos, como comentaba prefiero caminar libremente por el campo, pero, con las 4 o 5 sesiones que pueda hacer en un año (es que este año han sido 5, por eso pongo la cifra) ya lleno la tarjeta de buenos momentos, imágenes complicadas de sacar en la naturaleza tales como primeros planos.
Es la tercera vez que visito la Finca Buixcarró, en la Sierra de Mariola, con muy buenos resultados: águila real, muflón... Precisamente por estos últimos fui de nuevo el Sábado 4, aprovechando el puente y un día radiante aunque ventoso. La otra vez pude ver hembras de muflón (Ovis musimon) y me quedé con las ganas de ver algún macho. Esta ves fue muy diferente, pues nada más llegar aparecieron 6 machos que visitaron el hide durante toda la mañana, permitiendo fotos de grupo, retratos de esos imponentes animales...
Por poner una pega, algunos ejemplares están marcados para su seguimiento (etiqueta en la oreja), lo que queda un poco antiestético; por lo demás, luz excelente, lustrosos ejemplares con enormes cornamentas, "silla de montar" en el lomo y pelaje espectacular y, además, algunos visitantes alados.
Pasar 2 horas viendo esto ya es motivo suficiente para desplazarse la hora y media desde mi casa, pero, sabiendo que los pinzones reales andaban por allí junto a lúganos y algún zorzal alirrojo, sabía que era un buen momento para una sesión en un hide específico para pájaros pequeños... expectativas tumbadas por el fuerte viento, pero tuve la suerte de ver un bonito zorzal alirrojo (Turdus iliacus) bien cerca y con la misma luz brutal que los muflones. Es la segunda vez que veo uno, siempre aquí en la finca y en este mismo hide; me encantaría verlos sin necesidad de estas instalaciones, pero, de momento, me alegra poder disfrutarlos así de cerca y sin causarles molestias.
Debido al viento, no hubo más visitantes norteños. Una pena, pues me apetecían mucho los lúganos y reales, pero, con visitas de zorzal charlo (Turdus viscivorus), piquituerto (Loxia curvirostra), herrerillo capuchino (Parus cristatus) y demás, pues pasé otras 2 horas entretenido.
Esta ves los carboneros comunes (Parus major) se dejaron fotografiar muy bien, de lo que también me alegro pues son complicadillos. Otro motivo más para seguir viniendo a disfrutar de Buixcarró, aunque ya aviso: va a pasar bastante tiempo hasta que vuelva por aquí, o, ya puestos, a pisar un hide. Entre los estudios ahora, y otros jugosos planes a partir de Febrero, desde luego que va a pasar bastante tiempo, aunque también es verdad que el próximo pinta brutal de poder ir... ahí lo dejo.
Resumiendo: una mañana muy agradable, sobre todo sabiendo que tardará en repetirse algo así. Como siempre que vengo aquí, muy agradecido a la Fundación Victoria Laporta y los encargados de la finca, siempre al pie del cañón preparando y cebando los hides, atendiendo clientes... Y creo que ya lo mencioné alguna vez, pero la relación calidad-precio es de las mejores que me he encontrado.
En fin, un saludo y...
¡Nos vemos en las tierras silvestres!