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miércoles, 14 de septiembre de 2022

Currucas, picogordos y demás en Segovia.

Pues así como quién dice un mes sin publicar nada; como ya me temía yo, la cuenta de Instagram, que al fin y al cabo es como el blog aunque sean publicaciones más cortas, se ha convertido en el espacio que más práctico me es a la hora de publicar mis fotos, entre la jornada laboral, otros compromisos y las salidas al campo propiamente dichas me falta tiempo que poder dedicar al blog. De todos modos, aún habrá tiempo para alguna publicación como esta, sobre las aves que pude observar en un productivo día de Hides por la provincia de Segovia. No es una disciplina que use mucho, puesto que prefiero dar paseos por el campo e ir encontrándome bichos, pero sí que es verdad que este año es la tercera jornada de hides a la que acudo y habrá más este próximo invierno. En esta ocasión mi objetivo eran dos aves concretas: la curruca mirlona (Sylvia hortensis) y el picogordo (Coccothraustes coccothraustes).

Curruca mirlona.

Picogordo.

Para la primera especie el hide era de mañana, situado en un sabinar donde se movían especies como la propia curruca mirlona, escribano soteño (Emberiza cirlus), colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus), ruiseñor común (Luscinia megarhynchos), papamoscas cerrojillo (Ficcedula hypoleuca) y aves mucho más comunes en cualquiera de nuestros campos como verdecillos, jilgueros, algún verderón, herrerillos. Especialmente simpático fue ver los baños de algunas de estas especies; la única pega que le pongo, pues estuvo bastante entretenido y conseguí a la curruca mirlona, es la presencia de un enorme enjambre de abejas de unas colmenas cercanas, cuyos propietarios han dejado durante el verano para aprovechar el polen de girasol y que a media mañana ya monopolizaban el hide echando a los pajarillos. Cosas de la naturaleza... alterada por el hombre.

Herrerillo capuchino (Parus cristatus).

Escribano soteño.

Curruca mirlona.

Una pose bastante peculiar.

Colirrojo real. Me quedé alucinado con este precioso macho nupcial.

Ruiseñor común.

Más comunes pero igualmente bonitos: verderón (Carduelis chloris).

Jilguero (Carduelis carduelis).

Verdecillo (Serinus serinus).

La tarde estuvo mucho más entretenida en un hide en que me entraron la friolera de hasta 22 especies diferentes, incluyendo al deseado picogordo, pero también pico picapinos (Dendrocopus major), pito real (Picus viridis), tórtola europea (Streptopelia turtur), rabilargo (Cyanopica cyanus), arrendajo (Garrulus glandarius), mosquitero musical (Phylloscopus trochillus), curruca mosquitera (Sylvia borin), trepador azul (Sitta europaea), gran cantidad de páridos forestales e incluso una hembra de corzo (Capreolus capreolus). Una buena tarde en la que disfruté muchísimo.

Tórtola europea, la gran estrella de la sesión. Este año por fin se ha dejado de cazar, tras mucho tiempo elevándose la petición desde la Unión Europea.

Trepador azul.


Brutal la cantidad de rabilargos; cuando aparecían se adueñaban del bebedero.



Herrerillo común (Cyanistes caeruelus).


Carbonero común (Parus major).

Carbonero garrapinos (Parus ater):

Mosquitero musical.

La inesperada curruca mosquitera.

Pico picapinos.


Arrendajo euroasiático.

Pito real.

Papamoscas gris (Muscipapa striata).

Hembra de corzo entre la agostada vegetación.

El resto del viaje no fue tan pajarero, pero no faltaron más aves y naturaleza además de algo de turismo monumental, gastronómico, paisajístico... Concretamente visitamos las Hoces del Duratón y el entorno, Somosierra (parte segoviana) y Valsaín, además de las localidades de El Burgo de Osma y San Esteban de Gormaz en Soria y el madrileño Palacio de Aranjuez.


Algunas aves por Somosierra: Abejaruco europeo (Merops apiaster).

Alcaudón común (Lanius senator).

Mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli).

Burgo de Osma.

Castillo de Osma (S.XI-XV).

Catedral de Santa María de la Asunción (S.XIII).

Collalba rubia (Oenanthe hispanica).

San Esteban de Gormaz.

Muy pintoresca localidad.

Hoces del Duratón

Alcaudón común. En este caso un adulto.

Buitres leonados (Gyps fulvus).


Alucinantes perspectivas en Aranjuez. La verdad es que este tipo de imágenes me encantan, son difíciles de encontrar aunque no lo parezca. Tanto es así que no hice ni una foto (decente) del palacio en sí.


Se dio bien la cosa pues en este breve viaje castellano, a pesar del evidente calor en las fechas elegidas y lo agostado que está todo en esta época del año; al final el objetivo era ver cosas nuevas, desconectar unos días y hacer algunas fotos. Viaje más bien paisajístico, con un día dedicado al bicheo; no como otros, que estarán dedicados plenamente a lo último.

Por cierto... que de momento mantengo el blog a pesar de la bajada en la actividad y el evidente parón de agosto; lo que sí, con publicaciones bastante espaciadas, me haré bastante de rogar😂

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

martes, 26 de octubre de 2021

Muflones en la sierra de Mariola.

 Si seguís el blog con asiduidad, ya veríais en su día las fotos del águila real y varias aves, con invernantes tan escasos como el zorzal alirrojo, hechas en una jornada en Finca Buixcarró, una gran zona de monte mediterráneo en la Sierra de Mariola donde, además de llevarse a cabo interesantes iniciativas de conservación, existe una amplia oferta de hides fotográficos: pajarillos, rapaces... incluso muflones (Ovis musimon), que precisamente fue la opción que elegí ya que nunca había estado en un hide específico de mamíferos y, con lo complicado que es tener buenas fotos de estos en concreto, había que probarlo.

Entorno mediterráneo donde suelen andar los muflones.

Por un lado la experiencia estuvo muy bien; aunque los animales aparecieron tarde, pude disfrutar a placer de las dos hembras que veréis en las fotografías. Por el otro, había ganas de ver alguno de los espectaculares machos de la especie, pero hubo la mala suerte de que se abrió hace poco la media veda y los tiros sonaban muy cerca de la finca, y claro, aunque no haya riesgo real para ellos, pues tiene lógica que los animales se mosqueen... vaya, que habrá que probar suerte otro día, pues me dijeron que dos machos bastante chulos solían pasarse por allí. Lo bueno es que, a pesar de la caza, se cumplió el objetivo principal de ver los animales.

Muflones.

Ya que estoy hablaré un poco sobre el muflón y su origen en nuestro país. Cómo no, fue introducido con fines cinegéticos, presumiblemente ejemplares procedentes de Córcega. Se hicieron varias introducciones, la primera (por lo que he podido leer) fue en la Serranía de Cuenca; después en Andalucía, Comunidad Valenciana... hasta llegar a encontrarse ejemplares en el Parque Nacional del Teide. Aquí, en la Sierra de Mariola, hay varios grupos, incluyendo varios en la finca, así como algunos ejemplares en la cercana Font Roja donde, además, se tiene constancia de la presencia de arruí (Ammotragus lervia).

Observando en mitad de las jaras.

En este caso son hembras: además de la ausencia de cuernos, carecen de la característica "silla de montar" de los machos, que aunque fuesen jóvenes se vería un poco, y su pelaje es más claro. Otra cosa que supongo es sobradamente conocida, pero que nunca está de más reseñar, es que la oveja desciende directamente del muflón. Fijaos de hecho en el parecido:

Varias miradas, incluyendo los mejores primeros planos que saqué.






Acicalándose un poco.




Al final, viendo que las hembras, tras un rato por el claro y alrededores ya hacía rato que no se veían, y de machos ni rastro, sumado a las 3 horas de hide que llevaba, toca "cerrar sesión", pensando ya en el día que repita y al fin aparezca algún macho. Mientras tanto, ahora toca la otra parte de la jornada. Mientras esperaba a los muflones vi mucho pinzón vulgar, algunos petirrojos, se escuchaban piquituertos y un pito real, los gritos de un azor... Allí estaba centrado en los muflones, pero después tenía reservado un rato de hide de pajarillos en que, quitando un par de momentos de parón, hubo una buena variedad (sin exagerar) y además bastante activos, empezando por aquellos que había visto esperando a los muflones: pinzones (Fringilla coelebs) y petirrojos (Erithacus rubecula), dos especies que me gustan mucho por su colorido y lo gráciles que son, aunque esto último más bien los segundos.

Pinzones vulgares.




Petirrojo.


En estas instalaciones siempre hay un grupo que, a pesar de la dificultad, uno siempre se afana en fotografiar: los páridos. Aquí en la sierra podemos encontrar carbonero común (Parus major), garrapinos (Parus ater), herrerillo común (Cyanistes caeruelus) y capuchino (Parus cristatus). Son especies siempre entretenidas, para bien o para mal, por su dificultad: movimientos rápidos y nerviosos... Excepto el herrerillo común pude fotografiarlos todos:

Carboneros comunes.


Carbonero garrapinos.


Herrerillo capuchino en la misma rama que ocupaba el garrapinos. Para mí el más especial a pesar de su escaso colorido.


No podían faltar los arrendajos (Garrulus glandarius), comunes en la zona, apareciendo entre gritos para acaparar la comida. La escasa luz solar se intensificó lo justo para que destaquen sus bonitas plumas azul claro.

Arrendajo. Qué bonitos son.



Incluso un joven verdecillo (Serinus serinus) se unió al festín. De hecho también me dijeron que entraban especies de entornos agrícolas más abiertos como pardillos, totovías... pero, dadas las lluvias, supongo que tendrían agua por un tubo y, por tanto, no necesitaban el bebedero. Por lo visto el azor también acude a bañarse en días de calor, pero no hacía día de baño; lo dicho, excusas para volver a este lugar que descubrí por casualidad y me está dando muchas alegrías. Localizaciones fotográficas de 10, fantásticos profesionales y mejores personas, precios asequibles, una sierra a la que tengo especial cariño...


Si a todo esto, y quitando el tema de la caza y los machos de muflón, le añadimos el toque de color de los árboles caducifolios, en este caso chopos y nogales, contrastando con el monte mediterráneo. Otoño puro y duro, al fin:

Chopos.

Solitario nogal con escalera para coger las nueces.


Iré publicando más material, puede que no tan espectacular pero también vinculado al otoño, que se está dejando notar estos días, aparte de una escapada que me hace especial ilusión y se va acercando... poco vinculada con el bicheo pero espero enseñar cosas chulas por aquí.

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!