viernes, 8 de octubre de 2021

Empezando el otoño cerca de casa.

Llega el otoño y ya apetece disfrutar con ganas de esos días más cortos, pero sin duda más intensos, con la posibilidad, por ejemplo, de dar largos paseos con una sensación térmica más agradable que los anteriores 30-35º, algo que se agradece viviendo en Valencia. A esos amantes del "sol y playa" que se ponen tristes cuando se acaba el verano esto no les gusta, pero yo personalmente prefiero los 24-26 de ahora a los horribles y limitantes valores de agosto-septiembre (y que siga bajando...). El caso es que, para empezar a disfrutar del otoño y las posibilidades que nos trae, lo mejor es empezar cerca de casa, como yo hago con cada estación, y desde ahí ir ampliando a más zonas donde el otoño empieza a tomar forma.

Yo no tengo nada más cerca de mi domicilio que el Barranco del Carraixet, que ya lo he mencionado varias veces, así que es normal que la cosa empiece por aquí. Pajarear aquí es mejor en otoño-primavera, cuando muchas plantas acuáticas han terminado su ciclo y abundan las zonas despejadas donde es fácil ver y fotografiar especies como el mítico calamón (Porphyrio porphyrio), garzas, anátidas, gaviotas... Dentro de pocos meses, diría incluso que en cuestión de semanas, la cantidad de especies y ejemplares aumentará considerablemente, pero de momento ya se puede ver una buena muestra:

Garceta común (Egretta garzeta).

Fochas comunes (Fulica atra).


Gaviotas reidoras (Larus ridibundus).


Algunos calamones.



Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides).

Azulones (Anas platyrhynchos).


Pato colorado (Netta ruffina).


Blanca de la col (Artogeia rapae).

El problema del sitio es la cantidad de gente que te encuentras; sin ir más lejos el otro día un instituto entero, aparte de ciclistas, "runners", jinetes incluyendo a un imbécil que va por ahí galopando como si fuese suyo, perros... pero al final sigue siendo, y será por mucho tiempo (esperemos) una fantástica opción para pajarear y tener avistamientos cercanos.

Desde aquí pronto se verá una pasarela peatonal sobre el barranco; y es que, no hay día que no nos levantemos en Alboraya sin lamentarnos de no tenerla (fin de la ironía).

 Otro sitio muy transitado, pero con la misma facilidad a la hora de unos buenos avistamientos, es l' Albufera de Valencia. Mucha gente sólo conoce/visita el lago por ser "lo más bonito", el rollo de la puesta de sol excesivamente promocionada, paseos en barca... pero aquí es justamente donde menos bichos se ven y, respecto a puestas de sol por aquí, muchos rincones no tienen nada que envidiar al embarcadero. 

Enclaves de l'Albufera.


Racó de l'Olla, Esany de Pujol y, aunque muy por encima, las marjales de Catarroja han sido de momento mis elecciones entre finales de septiembre y este mes, con grandes resultados: cuchara europeo (Anas clypeata), somormujo lavanco (Podiceps cristatus), zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis), algún flamenco (Phoenicopterus roseus), cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), ardeidas como martinetes (Nycticorax nycticorax) y garza real (Ardea cinerea), águila calzada (Aquila pennata), gaviota picofina (Larus genei) y las limícolas, en grandes números estos últimos días de migración: se llevan la palma los correlimos comunes (Calidris alpina) y menudos (Calidris minuta), combatientes (Philomachus pugnax), archibebes claros (Tringa nebularia) y agujas colinegras (Limosa limosa) en generoso número, aparte de chorlitejo grande (Charadrius hiaticula) y el primer correlimos tridáctilo (Calidris alba) que veo este otoño-invierno.

Somormujo lavanco.

Gaviota picofina).


Correlimos tridáctilo.



Blanquiverdosa (Pontia daplidice).

Archibebes claros.

Gaviota de Adouin (Larus audonii).

Gaviota reidora.

Zampullín cuellinegro con su presa.

Correlimos varios.

Esta gaviota patiamarilla (Larus michaellis) pone la nota triste a estos días. Fijaos en la terrible lesión que le ha causado ese sedal; aun así, parecía desenvolverse bien.

Garza real.

Cucharas.


Agujas colinegras, azulones y un tarro blanco (Tadorna tadorna).

Flamencos.


Garceta común con su presa.

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) con charrán recién capturado. Puede sorprender pero es la primera vez que veo un lance de esta especie terminar con éxito.

Combatientes y azulones.

Águila calzada.

Más garcetas.

Jóvenes martinetes.

Las marjales costeras (Almenara y Els Moros), aunque hay afluencia de visitantes, es mucho menor; bueno, lo de la Marjal dels Moros cuando estaban cerrados los bares era de traca, los fines de semana repleto de energúmenos... ahora la cosa está como siempre, y entre semana es muchísimo más tranquilo cualquiera de ambos sitios.

En Almenara, a finales de septiembre, me sorprendió la presencia de una hembra de silbón europeo (Anas penelope) entre los muchos patos colorados (Netta ruffina). El resto de especies habituales en los humedales y sin ninguna novedad: fochas, calamones, garzas... destacando un nutrido grupo de lavanderas boyeras (Motacilla flava). Aquí no hay mucha gente, pero la presencia de los típicos pescadores que se gritan como si no estuviesen al lado nos recuerda que no estamos solos en este bonito paraje.

Focha.

Bonita imagen de unas garcetas comunes.

Silbón y colorado.

Calamones.


Lavandera boyera (ssp. iberiae).

La Marjal dels Moros está un poco más baja en cuestión de avifauna que de costumbre, pero para empezar el otoño hay ya un buen repertorio: anátidas de muy diversas especies, rapaces, garzas, gaviotas, martín pescador, paseriformes en paso... en un entorno últimamente tranquilo y poco masificado; esperemos más tranquilidad este invierno.


Zampullín común (Tachybaptys ruficollis).

Cercetas comunes (Anas crecca). Van llegando.

Carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus.

Malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala).

Carricero común (Acrocephalus scirpaceus).

Abejero (Pernis apivorus).

Martinetes.

Collalba gris (Oenanthe oenanthe).

De momento así empieza la cosa en otoño, habrá que ver cómo avanza y, cuando llegue el frío, a ver cómo nos llegan las especies invernantes (algunas tardarán más que otras). Dejo la entrada con una imagen del sol saliendo, una de esas cosas que ves cuando sales a horas "intempestivas".

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

lunes, 27 de septiembre de 2021

Focha moruna en la laguna de Bezas.

 Pocos argumentos hacen falta para acercarse a la vecina provincia de Teruel, menos aún a sitios más guapos como la comarca de Albarracín y sus extensos pinares de rodeno. La presencia de una focha moruna (Fulica cristata) en una laguna en mitad de estos pinares, contrastando con la costumbre de ir siempre a humedales costeros, fue la escogida para la ruta familiar de ayer domingo. Normalmente tardaría más en publicar algo tan reciente, pero creo que tanto el bicho como el paraje merecen las "prisas" en publicar.

Laguna de Bezas.

El ejemplar en cuestión, motivo principal de la visita, costó de localizar entre las muchas fochas comunes ya que había que mirarlas una a una en busca de cuernos, y en la otra orilla unos energúmenos con perros bañándose estorbaban bastante, aparte de algunos comentarios sobre "el tío ese de la cámara". En fin... al final la gente se fue y, entonces sí, localicé una focha algo más grande y con protuberancias sobre la cabeza; y cuando escuché el reclamo, ya no hubo duda. Me fui acercando y buscando una buena zona donde el sol no molestase y pudiera fotografiarla a placer, lo que también se complicó por las plantas acuáticas, precisamente la razón por la que el ave se encuentra aquí junto a sus primas comunes. El resultado está bastante bien, aunque los fotógrafos somos así y siempre encontramos alguna pega.

Focha moruna.



Debajo de esta última, en la que mejor se ve, dejo otra de una focha común para comparar.

Todo un lujo de observación, observándola alimentarse tranquilamente y muy, muy confiada. Sus graciosos reclamos, como si fuese una focha acatarrada, esos cuernos rojos... le hacen parecer una criatura fantástica, el unicornio de las aves acuáticas, jajajaja. Además, ver una es toda una suerte. Sus zonas de cría están restringidas a ciertas zonas de Andalucía, Comunidad Valenciana (aquí sólo la he visto en lagunas de aclimatación), Cataluña y Baleares (Albufera de Mallorca). En nuestro país quedan entre 10 y 25 parejas, estando catalogada como "En peligro crítico": cambios en su hábitat, competencia con especies invasoras, caza... son algunas de las amenazas a las que se enfrenta; visto lo visto, ya puedo darme con un canto en los dientes, teniendo en cuenta además que, de no haber una por Teruel, hasta Granada por lo menos no encontraría, y ya fueron 2 horas de camino más 6 kilómetros de ida y vuelta a la laguna... ojalá no lo estuviese pasando tan mal pues, como muchas otras especies amenazadas, es un ave preciosa.

Memorable encuentro.



Aparte de la moruna, pocas aves, pero interesantes al no estar presentes por mi zona: dos águilas reales (Aquila crysaetos), aves forestales como el trepador azul (Sitta europaea), carbonero garrapinos (Parus ater), herrerillo capuchino (Parus cristatus), pito real (Picus viridis) y los más comunes: 2 cormoranes grandes, un cernícalo, 2 papamoscas cerrojillos y las fochas antes mencionadas, aparte de algún mirlo que salió al paso e invertebrados como mariposas y caballitos del diablo.

Trepador azul.

Carbonero garrapinos.

Herrerillo capuchino.

Águilas reales sobre un bloque de rodeno. Diría que ambas son adultas pero esas distancias...



Enallagama cyathigeron, aunque la foto no es muy buena y costó llegar a esa conclusión.

Rey moro (Kanetise circe).

Si todo esto no basta, estamos en un lugar precioso, donde el tiempo parece haberse detenido: extensos bosques de donde todavía se extrae la tradicional resina, un bonito sabinar rodeando la laguna, valles, barrancos y pinares enmarcados en preciosas formaciones de rodeno, fresquito que se agradece... además encontramos varios níscalos (los típicos "rebollones") con los que cenamos muy bien esa noche.

Rodeno y águila real.

He intentado escoger pocas fotos de paisajes, pero... la zona es brutal en este tema.


Rodenos (Pinus pinaster).


Sauce (Salix eleagnus subsp. angustifolia).






Cena de ese día.

Ojalá hubiera más días como estos, en los que poder hacer lo que quieres y un poquito más, recordando que, en efecto, Teruel existe y más vale no olvidarlo. A saber que nueva sorpresa nos deparan los turolenses y su preciosa tierra...

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

No es de ayer, pero me encanta esta luna fotografiada hace un par de semanas. Me despido con ella hasta la próxima entrada (¡Seguimos!)