Como mi municipio no está cerrado perimetralmente durante el fin de semana, como es así en Valencia capital y otros de los alrededores, aún puedo aprovechar para cambiar de aires y dirigirme a alguna zona serrana, cosa que siempre apetece a pesar de la inestabilidad climática de estos días: lluvias, viento, niebla... y algún que otro día más calmado que hay que aprovechar. El pasado sábado 13 pensé que sería buena idea ir al área recreativa de Los Cloticos (Bejís) y desde allí andar un rato por la pista que lleva a la Solana de las Viñas. No llegué tan lejos porque luego tenía otra idea en mente, pero fue una mañana bastante fructífera, empezando por lo que da nombre a la entrada: una serie de cascadas y saltos de agua que pueden disfrutarse muy cerca de la fuente. De hecho, he estado por aquí en otras ocasiones y nunca había visto tanta agua como el pasado sábado. Otra consecuencia positiva de la tan denostada "Filomena". Desde luego habrá nevado bien en las cumbres que rodean la zona, y tanta agua será fruto, en mayor o menor medida, del deshielo estos días ya casi primaverales.
Vuelvo a la carga con nuevas experiencias en el campo: Paisajes, aves, botánica, mariposas,... vamos todo lo que den de si mis salidas.
sábado, 20 de febrero de 2021
Las cascadas del Palancia.
domingo, 14 de febrero de 2021
Sorpresa en la marjal... y estreno nuevo teleobjetivo!!
El motivo de esta entrada es doble: una grata sorpresa que me llevé en la Marjal dels Moros (donde parece que últimamente no paran las sorpresas y alegrías) y el estreno de nuevo teleobjetivo, el potente Tamron SP 150-600 que, como veréis en esta y próximas entradas, ha sido todo un acierto.
Para empezar, invierno y la Marjal es una combinación ganadora, con la gran cantidad de anátidas que hay para empezar. Aparte de esto, muchas aves distintas aportan variedad a la visita: escribano palustre, pechiazul, avefría... y las rapaces invernantes. Desde que voy por allí a pajarear y estas cosas de la vida he visto gran cantidad de ellas: los omnipresentes aguiluchos laguneros, calzadas, ratoneros, un esmerejón (de los dos que habré visto en toda mi vida) y el primer protagonista de esta entrada: el espectacular y escaso búho campestre (Asio flammeus) al que habré visto 4 veces contando con esta; siempre ejemplares solos y cercanos a la costa, en dunas, pedregales...; por supuesto, cada vez que doy con uno es todo un momentazo, y siempre me quedo con ganas de más, jejeje. Aunque creo que, por este invierno, ya estoy bien servido: ricotí, ahora búho campestre, acentores (a eso ya iremos en otra entrada).
Lamentablemente no duró mucho ya que, aun siendo un jueves laborable, aquello estaba lleno de gente paseando, ciclistas, "runners"... y hacían complicada la observación. Como dato curioso, las altas temperaturas provocaban que varias mariposas de la col (Pieris brassicea) se alimentasen cerca del búho.
Ahora vamos con algo que llevaba bastante tiempo queriendo hacer pero la disponibilidad económica no me lo permitía: estrenar teleobjetivo. Al haber probado una focal 500 en navidades, tenía bastante claro que tiraría por ahí, aunque finalmente me decidí por el 150-600 de Tamron. Lo primero, tras comprobar que todo estaba bien, fue probar un poco con varias especies comunes cerca de casa, para romper la mano más que nada pero, bueno, nunca está de más ver cómo les va a mis vecinos más cercanos: petirrojos (Erithacus rubecula) y bisbitas pratenses (Anthus pratensis) fueron los únicos que aparecieron, pero me valió para ver la espectacular calidad de imagen que se llega a obtener; juzgarlo por vosotros mismos:
En fin, que ya tengo nuevo compañero a la hora de "afotar" aves y mamíferos... ahora a esperar que nos dejen salir y probar algún destino nacional que sea... de momento sigo con imágenes de mi local patch (Barranc del Carraixet) y, cómo no, la Marjal. Jornadas muy entretenidas, con calamones (Porphyrio porphyrio), garcilla cangrejera (Ardeola ralloides), pato cuchara (Anas clypeata), escribano palustre (Emberiza schoeniculus) y un largo etc. que he intentado plasmar en mis imágenes. Fijáos que en muchos casos, sobre todo gaviotas, cormoranes y escribanos, ya se va notando el cambio a plumaje nupcial. Lástima que muchos nos vayan a abandonar por esas fechas.
- Barranc del Carraixet en un día nublado y húmedo (parece que este año nos ha tocado):