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jueves, 16 de diciembre de 2021

Sorpresas de principios de Diciembre.

El mes de diciembre siempre suele darme muchas alegrías en mis paseos, al haber llegado ya la mayoría de especies invernantes la cosa está bastante bonita y, además, sueles encontrar, si no rarezas, alguna especie poco habitual en tu zona. Yo siempre agradezco estas visitas, a lo largo de los años he podido observar, este mismo mes, torcecuello (Jynx torquilla), negrón especulado (Melanitta fusca), alcatraz (Morus bassanus), gaviota de Delaware (Larus delawerensis), avetoro (Botaurus stellaris)... entre muchas otras. A principios de este mes, sin ir más lejos el 2 de Diciembre, di un sencillo paseo por el Carraixet a su paso por mi pueblo, algo que acostumbro a hacer y se podría decir que tengo los bichos controlados... cuál fue mi sorpresa al descubrir una espátula (Platalea leucorides), especie que, además, nunca había visto aquí.

Espátula.

Si tuviera que apostar por la edad diría que es un adulto; al principio parecía bastante exhausta pero pude comprobar que volaba bien y a día de hoy ya se ha marchado, así que está perfectamente después del breve descanso. Pude fotografiarla varias veces por la mañana, cuando la vi, y por la tarde, que me volví a pasar y estaba mucho más activa. Incluso pude hacer una comparación de tamaño con las bueyeras locales, visiblemente sorprendidas con su extraño visitante. Al final la dejaron sola, le tenían bastante respeto a pesar de no ser mucho mayor y superarla en número.




Fin de la jornada.

Este lugar siempre depara buenos avistamientos de fauna pese a su pésimo estado de conservación. En anteriores entradas ya he comentado alguna cosa así que esta vez dejo las fotos de lo que pude observar; me he tomado la libertad de incluir imágenes de otra jornada, porque no vi ningún calamón en condiciones y no me parecía bien no incluirlo, así como al cormorán. Aparte, lo típico: tridáctilos en el mar hasta que llega el típico perro suelto, la garza real con cara de mala leche a la pata coja...

Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides).

Correlimos tridáctilos (Calidris alba).

Colirrojo tizón (Phoenicurus ochuros).

Garza real (Ardea cinerea).

Gaviotas reidoras (Larus ridibundus).

Calamón (Porphyrio porphyrio).


    Cormorán grande (Phalacrocorax carbo).

Mosquitero común (Phylloscopus collybita).

Ver un gavilán (Accipiter nisus) en la huerta cercana a mi casa, como me pasó ayer mismo, tampoco es muy habitual que digamos. Lástima que todo quedase empañado cuando los imbéciles de turno me increparon porque, según ellos, estaba fotografiando las plantas de la huerta; a saber qué problema hay con eso, claro, que tampoco es a lo que me estaba dedicando... de todas formas hubo tiempo antes de fotografiar alguna cosilla simpática... me tuve que ir, no me gustaba cómo se ponía la cosa.

Hembra de gavilán.

Mosquitero común (Phylloscopus collybita).

Tarabilla europea (Saxicola torquata).

Estornino pinto (Sturnus vulgaris).

Buitrón (Cisticolla juncidis). Se nos ha hecho raro de ver por aquí, la verdad es que, donde antes podía haber 10 tranquilamente, ahora ves uno y ya puedes darte por satisfecho. Una pena, me parece un animalillo de lo más simpático.

El viernes 10 por la mañana, que no tenía nada que hacer en casa, decidí darme una vuelta por los jardines del antiguo cauce del Turia, bastante llenos de gente pero, al fin y al cabo, se ven bastantes aves y muy confiadas, además de pasar por monumentos tan emblemáticos como las Torres de Serranos. Ese día, además, tuve otro avistamiento bastante especial: al ir a fotografiar un nutrido bando de pajarillos me di cuenta de que, aunque los había tomado por verdecillos, eran en realidad lúganos (Carduelis spinus), un grupo de no menos de 20 ejemplares entre machos, hembras y juveniles. No es la primera vez que veo en Valencia capital pero más que nada parejitas, nunca así.

Lúganos.




También se ven muchas más especies, aunque el parque también está bastante venido a menos. Personalmente me entristece ver que cada vez más personas sin hogar acampan en la zona, al igual que en muchas otras de Valencia. El Ayuntamiento hace oídos sordos, o al menos me lo parece a mi; creo que proporcionarles una vivienda digna sería mejor que dejarles vivir así. Aparte hay que ir con cuidado, no sería la primera vez que me topo con alguno agresivo (ojo, no prejuzgo a nadie, sólo comento lo que me ha pasado). Quitando esto, y el hecho del descuido general del mobiliario, se ven cosillas:

Mirlo común (Turdus merula). Hembra.

Macho.

Tórtola turca (Streptopelia decaoto).

Palomas bravías (Columba livia).


Paloma torcaz (Columba palumbus).

Petirrojos (Erithacus rubecula).


Aratinga frentirroja (Aratinga erythrogenys). Ya he ahondado más de una vez en el tema especies invasoras... lo de las aratingas ya da miedo, ¡parece que hay más que cotorras argentinas!

De momento poca sorpresa más; también es verdad que, entre la entrada sobre los hides y esta, poco más ha dado de si Diciembre; en Navidades que puedo escaparme más veremos, aunque admito que parar, lo que se dice parar no paro, jejejeje...

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

viernes, 19 de noviembre de 2021

Viaje a Italia (II): Centro Habitat Mediterraneo.

Para el día 8 de Noviembre, el siguiente de la visita a Roma, mis padres y mi hermana iban a visitar el Vaticano, pero a mi la verdad no me interesaba demasiado y, como no iban a ver los museos que era lo que me habría gustado, me busqué otra actividad que siempre me gusta: observar y fotografiar aves. Así pues tuve la previsión de, antes de viajar, ponerme en contacto con los encargados del Centro Habitat Mediterraneo, una reserva natural en el Puerto de Ostia, zona costera de la propia Roma. Después de un largo trayecto en metro, tren y autobús, probando de paso la infraestructura del país a este respecto (me reservo la opinión...), finalmente llegué al centro, donde muy amablemente me atendió Alessandro, presidente de la asociación LIPU (que viene a ser como SEO en España); aquel día estuve en tres hides diferentes, dos por la mañana y uno a mediodía, y, aunque el día estuvo nublado y bastante lluvioso, pude anotarme un buen número de especies. Ninguna novedad, pero por lo menos es una jornada en el campo y, si te llevas buenas imágenes, pues mejor.

Taray con garza real (Ardea cinerea).

Esta reserva es lo más atractivo de la zona, por lo demás el puerto es una zona industrial venida a menos y bastante tétrica.

En los observatorios de mañana un buen número de aves: flamencos, cercetas, zampullines, agachadizas, pajarillos... de los que pude tomar alguna imagen buena, incluso con las gotas de lluvia cayendo alrededor de los bichos: Sobretodo los flamencos (Phoenicopterus roseus), que se llevaron la palma en cuanto a avistamientos y cercanía, mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita) y cercetas comunes (Anas crecca), además de las especies ya mencionadas arriba y una mantis religiosa a la puerta de uno de los hides. Aunque a ratos la mañana fuese algo aburridilla, al final algo se pudo hacer, creo que las imágenes lo demuestran.

Flamencos.




Agachadizas comunes (Gallinago gallinago).


Cercetas comunes.


Mantis religiosa.

Mosquiteros comunes.


Por la tarde estuve en otro hide, esta vez a ras de suelo, donde, aunque me falló el rascón (una pena pues aquí llegan a verse bien cerquita), tuve cerca garcetas, anátidas, gallinetas, zampullines, martín pescador, aguilucho lagunero en vuelo...

Azulona (Anas platyrhynchos).

Gallinetas (Gallinula chloropus) aguantando el chaparrón.


Garceta común (Egretta garzetta).

Cercetas comunes.


Colirrojo tizón (Phoenicurus ochuros).

Martín pescador (Alcedo atthis). Como el colirrojo, una hembra.

Aquí también vi la última novedad del viaje: en esta reserva se ve con mucha facilidad al coipu (Myocastor coypus), enorme roedor exótico procedente de Sudamérica y muy parecido a un capibara en miniatura.

Coipu.

Como ocurre en España con es visón americano o el propio coipu, fue importado a Europa por la industria peletera: en los años 70, se llevaron ejemplares tanto aquí como a Norteamérica, principalmente para granjas peleteras, aunque por lo visto, y como suele pasar, también se comercializaba como mascota. Al final, entre escapes, intencionados o no, de granjas peleteras y suelta de ejemplares domésticos, se ha extendido por zonas del Norte de España, el Empordá (Girona), Francia, Italia, Grecia, Este de Europa... provocando graves daños en ecosistemas y agricultura. Por todo esto, una observación agridulce: aunque para mí sea una nueva especie, y a pesar del hecho de que es un bicho bastante chulo dentro de lo que son los roedores, al final es otra especie invasora más, siempre por culpa de la codicia humana y, ahora que habría que ponerle remedio, saltan los radicales y consideran las medidas excesivas... así nos va.

Coipus.


Una entrada esta con poco texto, excepto la introducción e igual la diatriba sobre el coipo, pero la jornada no dio para más. Por suerte aún me quedan fotos para enseñar, en concreto las cornejas cenicientas desde el balcón del hotel y, para acabar con el viaje, unas fotos de los alrededores del pueblo donde está viviendo mi hermana, en plenos Apeninos y rodeado de una buena explosión otoñal: hayas, castaños, robles, álamos... Una zona para volver con más calma pues sólo pasamos un día por allí.

Cornejas desde el hotel.


Los hayedos ya no tenían hojas pero qué bonitos están ahora con esas tonalidades rojizas.


Castaños, robles...

Ídem+olivos.

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!