lunes, 13 de enero de 2020

Alpinas, rapaces y vistas de infarto.

Y todo esto (y mucho más) a 45 minutos de Valencia. De hecho, desde las alturas de la Murta, que no es ni mucho menos una gran cordillera, pero te hace el papel con la difícil subida a sus picos, se ve la ciudad, además de la icónica Albufera al completo, de Alfafar a Cullera. Además, un microclima permite el crecimiento del bosque mediterráneo casi como debieron encontrarlo los primeros pobladores de Iberia: un tupido y húmedo bosque dominado por el fresno de flor (Fraxinus ornus), antiguamente acompañado del quejigo y la encina. Actualmente, el pino carrasco (Pinus halepensis) es la especie dominante, aunque todavía quedan fresnos y encinas, y el estrato arbustivo, aunque bastante alterado, se conserva bien: mirto(Myrtus communis, aquí conocido como "Murta") durillo (Viburnum tinus) y madroño (Arbutus unedo) como especies dominantes, junto a las típicas trepadoras como la zarzaparrilla o la rubia (Rubia peregrina).

La Murta.
 
 

Durillo (Viburnum tinus).
 
Flor del durillo.
 
Madroño (Arbutus unedo).
 
Fersno de flor (Fraxinus ornus).
 
Y aquí acaba la perorata botánica; pese a que podría continuar, es momento de hablar de la exigente ruta que realicé, junto al club de senderismo Ardillas, y sus vicisitudes ornitológicas y paisajísticas. Sé que las entradas sobre rutas no son muy populares, pero animo a todos a los que, como a mi, les guste pegarse el madrugón para patear monte, a visitar el enlace ''Rutas bicheras'' y en concreto la sección ''Senderismo por la Comunidad Valenciana". Dicho lo cual vamos con la ruta:

Tallat Roig (357 msnm) con las primeras luces.

Saliendo del escarchado y concurrido parking de La Murta pasamos por la caseta del guarda, donde hacemos constar que somos un grupo y estaremos allí unas 6-7 horas. Como siempre, la supuesta ''regulación'' de visitantes no disuade a nadie y está muy concurrido, pero no es tan evidente como en otras zonas; de hecho, solo al principio de la ruta y en la Creu del Cardenal notamos la presencia dominguera (Sin ofender, que también hemos salido en domingo, pero ya me entendéis). En cuanto empezamos a subir hacia las crestas, nos adentramos en la ''selva'' de La Murta, el ecosistema mediterráneo del que hablaba al principio. Entre los compañeros hay bastantes quejas, pero podréis ver arriba que disfruté de este tramo.

 
Monasterio de La Murta, ocupado por los jerónimos alrededor de los siglos 14 y 15. Actualmente está en ruinas, pero, con esa masa de pinos piñoneros (Pinus pinea) y su espectacular torre, parece sacado de un cuento.
 
 
Cuando llegamos a la parte alta de la sierra, mucho más arbustiva y rocosa, aparece la primera rapaz del día. No es que el águila calzada (Aquila pennata) sea una observación muy interesante para mi, pero siempre está bien ver aves y diversificar un poco la ruta.
 
El matorral domina las alturas.

Yo diría que es clavada a una marmota...
 
 
 
Fugaz encuentro con el águila calzada. Diría que se trata de un juvenil de segundo año calendario, ahora que tengo el libro claro.
 
Empiezan a desplegarse unas espléndidas vistas... más adelante, más y mejor.


 
Desenfocado en primer plano, palmito (Chamaerops humilis), la única palmera genuinamente ibérica.

 

Y, ahora sí, llegamos a la parte de las vistas: desde aquí, aparte de Alzira y la Ribera Alta, se obtiene una excelente panorámica de la totalidad de l'Albufera, incluyendo Cullera y la desconocida Serra de les Rabosses (quizá este sea el año en que la de a conocer); al fondo, el puerto y la ciudad de Valencia.

Se va percibiendo el mar...

 
Entre los riscos, l'Albufera de Valencia y la propia ciudad al fondo.
 

Más albufera.
  
Como anécdota jocosa ahora que la veo desde arriba, comentar que, en un programa holandés sobre viajes, pasan sobre l'Albufera y comentan de pasada que es ''un lago cercano a Valencia''. Uno de los humedales más famosos de nuestra geografía, junto a Doñana, quedó en eso; de hecho, lo soslayaron totalmente. En fin...
 
Cullera al estilo Hollywood.

 
Vamos ahora para el interior.
 
Alzira bajo el Tallat Roig.
 
Con este panorama de fondo llegamos a la masificada Creu del Cardenal, entendiendo que es domingo y hace un día espectacular. Pero es que tiene que ser una gozada venir aquí solo, o en un grupo reducido, para disfrutar del entorno, las vistas y, para mi lo más importante, la fauna local; de hecho, fue bajando cuando vi el primer acentor alpino (Prunella collaris) de este año, especie que me encanta y me da un subidón tremendo cuando la veo, mucho más si puedo compartirlo con uno de mis compañeros de ruta, también aficionado. Más adelante vería dos más, pero se fueron rápido, igual que una rauda mariposa numerada (Vanessa atalanta) en el Cavall Bernat. Dicho sea de paso, es un pico precioso.
 
Polypodium cambricum.

 
Orelles d'Ase (450 msnm).

 
Acentor alpino entre matorral mediterráneo.
 

Tomillo (Thymus vulgaris).

 
Imágenes de la complicada canal de subida al Cavall.
 

 
Un solitario y árido pino.

 
Vértice del Cavall Bernat (587 msnm).
 
Aliaga (Ulex parviflorus).

Al igual que un pico precioso, es el último que visitaré hoy, dado que me siento muy flojo y el último pico (Tallat Roig) se presenta bastante pesado, incluyendo grapas para subir, así que me uno al pequeño grupo que se retira. Un cernícalo vulgar (Falco tinninculus), segunda rapaz del día, también parece que se baja a los valles. Algunas fotos del camino de ''retirada'':

 
Arrozales secos, creo...

 
Jopo (Orobanche spp.).

Tallat Roig. Otro día será.

 
 
Saponaria officinalis.


Y, bueno, esto ha sido todo...

¡Un momento! Aún queda una rapaz:

 
Busardo ratonero (Buteo buteo) desde el bus, en término municipal de Algemesí.


Con este ratonero, lo más seguro un ejemplar invernante, termino la entrada de La Murta, anticipando que se avecina un grupo de entradas muy, pero que muy ornitológicas...

En fin, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

La superluna de la que hemos podido disfrutar estos días.

domingo, 5 de enero de 2020

A veces hay suerte y otras no...

El motivo de esta entrada, de ahí el título, es un pequeño contratiempo. En principio tenía contratada para ayer una sesión en hide para fotografiar mirlo capiblanco y otros túrdidos, pero ha llovido mucho en la zona y, al ser un bebedero y haber agua disponible, la afluencia de bichos está bajo mínimos, así que lo mejor es anular. Más suerte tuve antes de acabar el año, observando aves en el castillo de Sagunto.


 
Algunas imágenes del castillo, que empezó a erigirse por los pueblos íberos.

 
 
 
 
En esta enorme mole de torreones y murallas, que aunque parezca mentira aún no había visitado, hay pequeñas zonas arbustivas donde se movían mosquiteros, colirrojos y las esquivas currucas rabilargas, pero es otra especie la que se llevó todas las atenciones. Obviamente estaba de visita cultural, pero unos extraños reclamos parecidos a los de un mirlo llamaron mi atención. Allí, en la muralla, veía por primera vez al roquero solitario (Monticola solitarius), un ejemplar joven que se portó de maravilla.
 
 
Roquero solitario.


Es la primera vez que veo y fotografío esta especie, una novedad de la que espero disfrutar algún día con su preciosa coloración azul. Este túrdido habita típicamente roquedos soleados y secos, aunque, como es el caso, puede hacerlo en construcciones humanas poco frecuentadas (en teoría, ya que personas había unas cuantas) desde el nivel del mar hasta los 2.000 msnm en Sierra Nevada. Este en concreto reposaba en una almena, a plena vista aunque solamente lo veía yo.
 
 

Pasamos ya a 2020, que también empieza bastante potente en cuanto a observaciones con este zampullín cuellinegro en la Marjal dels Moros. No es ninguna novedad, pero no es frecuente verlo en este entorno.
 
 
Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis).
 
 
 
Decir que la Marjal está quedando bastante bien después de las obras, excepto por alguna actuación que considero algo excesiva e innecesaria pero bueno, estas cosas las llevan técnicos medioambientales que sabrán lo que hacen, así que no me entrometo. De momento, a seguir disfrutando de sus aves, sus maravillosas puestas de sol y los cientos de estorninos que amenizan sus tardes invernales.
 
 
Estorninos pintos (Sturnus vulgaris).
 
 
Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo).
 
 
Avefrías (Vanellus vanellus) y cercetas comunes (Anas crecca).


 
 
Como no pude ir al hide, lo cambié por una visita familiar a otro humedal, El Hondo de Elche. En este conjunto de lagunas, campos inundables y acequias se están viendo tres ejemplares distintos de águila moteada (Aquila clanga), aunque, si bien hasta ahora estaba teniendo suerte, no vi ninguna de estas grandes águilas. Sí que vi bastantes cercetas pardillas (Marmonetta angustirostris) y dos fochas morunas (Fulica cristata) en la laguna de aclimatación, pero las primeras son ya bastante silvestres y se sabe que vuelan entre la citada laguna y el resto del parque. De todas formas, la laguna de aclimatación debe resultarles un entorno familiar y seguro.
 
 
Fochas morunas. Ojalá que pronto campen a sus anchas por este y muchos otros humedales levantinos. En esta foto me recuerdan al monstruo del Lago Ness...

 
 
Las cercetas pardillas, en peligro crítico de extinción, siempre son un regalo para la vista, por muy conspicuas que parezcan. Por mi parte tuve la oportunidad de verlas en total libertad en Mallorca, pero no les haré ascos a estas (obviamente).
 
 


Aunque no aparecieron las moteadas, sus primas las calzadas fueron muy abundantes, igual que los laguneros, a los que no saqué ni una foto decente pero llegué a ver seis tomando altura juntos.
 

 
Águila calzada (Aquila pennata), adulto.
 
 
Juvenil. Las identificaciones en vuelo son por mi recién adquirida "Aves Rapaces en Vuelo" de Dick Forsmann, aunque lo he hecho pocas veces así que corregidme si me equivoco...
 
Por lo demás, los alrededores del centro de interpretación era lo que estaba más animado, con gran cantidad de cucharas (Anas clypeata), cercetas comunes, agachadizas (Gallinago gallinago), Martín pescador (Alcedo atthis), calamones (Porphyrio porphyrio), un pechiazul (Luscinia svecica),...
 
 
Ambiente general.
 
 
Calamón común.
 
Martín pescador.
 
 
Petirrojo europeo.

Cerceta común hembra.

 Cucharas.
 
 
Fochas comunes.
 
Por la tarde dimos una vuelta de prueba por las salinas de Santa Pola, que se dio muy bien: Flamencos, cigüeñuelas, avocetas, gaviotas, martines pescadores en los cables de la luz, un combatiente,... Tenemos previsto otra visita a las salinas para pasar el día disfrutándolas a fondo, aunque no sabemos cuando porque son más de dos horas.
 
Próximamente...


 
Os dejo con otro paseo, esta vez por el Barranc del Carraixet. El negrón ya se fue hace tiempo, pero encontré este bonito pájaro-moscón europeo (Remiz pendulinus) y la mantis religiosa con pésimo aspecto a la que recogí y dejé en una enredadera, donde se recuperó muy rápido de lo que fuera que le pasara (al parecer, se cayó desde un muro).
 
Pájaro-moscón europeo.

Mantis religiosa. 
 
En fin, un saludo y...
 
¡Nos vemos en las tierras silvestres!