Estos tres días de puente (en mi caso 4, al ser el 9 de Octubre día de la Comunidad Valenciana) he podido disfrutar bastante bien de la mayoría de las especies acuáticas que pueden verse por España, la mayoría bastante cerca. Y de nuevo, por tercera vez este año, me he vuelto a ver las caras con la amenazada cerceta pardilla (Marmonetta angustirostris), esta vez en el “Clot de Galvany”, reserva tutelada cerca de Alicante ciudad en la que se pueden ver esta y otras aves desde una serie de miradores, y mucho, pero que mucho más cerca que en otros lugares similares, por cierto.
Aunque aquel día estaba nublado y, al ser festivo, lleno de gente, tuve bastante suerte pues la luz no era demasiado mala y la mayoría de visitantes eran gente muy respetuosa con el único objetivo de ver aves en libertad. Por lo demás un enclave bastante chulo, con gran cantidad de aves de todo tipo, observatorios y miradores cómodos y bien orientados y una buena muestra de la vegetación del sur de Alicante, perfectamente adaptada al clima semidesértico de aquellos lares; si no fuera por el hecho de estar rodeado de fincas y la cantidad de eucaliptos y cipreses plantados, ya sería de diez, pero es lo que hay.
Después de la visita ornitológica de la mañana pasamos la
tarde de turismo cultural, aderezado con la visita al faro de Santa Pola y el
bello paraje costero del sur (aunque, la verdad, he visto mejores, y menos
concurridos, miradores costeros). El sur alicantino es, de hecho, lo más
parecido a un desierto que tenemos por aquí:
Calamón.
Aguilucho lagunero. Su coloración oscura y la "cara" color crema indican que es un juvenil.
Las últimas imágenes son de un observatorio en el que, debido
a que el camino estaba calcinado hasta que lo cambiaron hace poco (para mí la
única intervención con sentido); parece un buen sitio, sobre todo para aves
invernantes; veremos que nos depara.
Y esto es (casi) todo lo que ha dado de sí este puente; el
resto lo dejo para la próxima. Hata entonces, un saludo y...
¡Nos vemos en las tierras silvestres!