viernes, 26 de junio de 2020

Especies veraniegas.

Quería publicar algo más de junio por aquí; no sabía por donde tirar, pero poco a poco, según iba encontrándome en mis paseos con diversas aves estivales, la cosa se iba aclarando. Además, como acabamos de entrar en el Verano me viene que ni pintado: estrenamos estación, que esperemos que, yendo con prudencia, podamos disfrutar más que la pasada primavera.

Bueno, pues han pasado ya varias semanas desde que alcanzamos la libertad de horarios, así que la semana pasada decidí que ya iba siendo hora de coger el metro e ir a algún parque urbano de Valencia, cosa que ya echaba de menos pero al principio no me atrevía a coger el metro... pero ya había pasado tiempo y al final hay que ir volviendo a la normalidad (por muy especial que sea), así que allá iba yo con mi mascarilla y mis guantes para mayor precaución. Al salir del metro me quité los guantes y fui al Parque de la Canaleta (Mislata) que ya lo conozco bien y es una apuesta segura para lo que pretendía: fotografiar papamoscas gris (Muscipapa striata) y alcaudón común (Lanius senator). La cosa fue bien con el primero; con el segundo no tanto, pero como veréis más adelante tenía otra baza para afotarlo bien; las fotos del papamoscas y demás en la Canaleta son del año pasado, la tarjeta que usé ese día me ha dejado tirado; por suerte subí las fotos del alcaudón en Ebird.

Papamoscas gris.

Urraca (Pica pica).

Abubillas (Upupa epops).


Alcaudón común.
En la Canaleta hay más aves, evidentemente, como las urracas, mirlos, distintas cotorras, verdecillos y, en una pequeña representación de las aves forestales, mitos (Aegithalos caudatos) y algún agateador (Certhia brachydactyla); lástima que no pueda compartir las fotos. Ojo que aquí he llegado a ver piquituerto...

Piquituerto (Loxia curvirostra), Junio 2019.

Poco más puedo contar de este parque, aparte de su característica escasez de paseantes; todo lo contrario que el Parque de Cabecera, por el que anduve después en busca de más alcaudones. Aquí si hay situaciones en que hay que usar la mascarilla, como caminos estrechos, puentes, etc. Por suerte, la cosa no fue en vano ya que encontré a los alcaudones criando en el mismo punto que el año pasado. El pollo era aún bastante joven pese a ser volantón, y uno de los adultos lo alimentaba constantemente. Me llamó mucho la atención que el adulto lo llamara desde otra rama y él acudiera, como si fuese una clase de vuelo.

 
Alcaudones comunes.


Los alcaudones no fueron los únicos que se dejaron retratar; allí siempre encuentras algún solícito azulón (Anas plathyrynchos) dispuesto a ser retratado, y las palomas, tórtolas y gorriones no se quedan atrás...
Paloma bravía (Columba livia).


Aparte de esta buena sesión de pajareo urbano, también he podido hacer algo que me hacía especial ilusión: visitar el Racó de l'Olla. El centro de interpretación, cerrado durante la pandemia, abrió sus puertas el 12 de junio, de lo que yo me enteré tarde, lo que no me impidió echar una buena mañana el sábado 20. De nuevo con mi fiel mascarilla, pedí cita a primera hora (9:00) por poder ser el primero en entrar y disfrutar del silencio inusual del paraje... humano, claro está, pues la colonia de charranes y gaviotas arma un buen jaleo. Hablando con la chica de recepción (voy tanto que los conozco a todos, aunque sea de vista) me comentó que había pocos flamencos... justo lo que andaba yo buscando. Suerte que no me desanimé, pues pude disfrutar de cuatro bonitos ejemplares y unos 30 en vuelo. No se acercaron mucho como otras veces, pero ya me doy con un canto en los dientes después de tanto tiempo. Por allí, como siempre, cantidad de cigüeñuelas, avocetas, charranes,... todas especies que ya he visto otras veces, pero claro, siempre se puede mejorar el material fotográfico a base de paciencia. Además vi un martín pescador (Alcedo atthis), una observación que puede parecer fuera de lugar ahora pero común en este lugar y fechas.

Imágenes de los flamencos (Phoenicopterus roseus), típica estampa estival en l'Albufera.


Flamencos, hembra de tarro blanco (Tadorna tadorna) y joven porrón europeo (Aythya ferina).



 
Imagen del año pasado; este año andaban más lejos y no vi ninguna anilla.
 
Las cigüeñuelas (Himantopus himantopus) siempre tienden a acercarse más.


 
Los charranes comunes (Sterna hirundo) estaban incubando todavía.
 
Uno de los 3 jóvenes porrones, entre un "mar de bichos".

Avocetas (Recurvirostra avosseta).
 
Después me asomé a una zona cercana donde suelen haber charrancitos (Sterna albifrons). Tenía la esperanza de verlos de cerca pero unos estudiantes de diseño (digo yo) se colaron a fotografiar un vestido en la zona donde suelo verlos, acotada por ser área de alimentación de aves. Luego una de ellas gritó porque había un abejorro,... en fin, uno de esos momentos fastidiado por la típica cazurrada, que no será que hay sitios para hacerse fotos, hay que cometer una infracción sí o sí. Total, los charrancitos los tuve que fotografiar de lejos (algunos no tanto), no como las cigüeñuelas; eso sí, todas con pollos y bastante alteradas entre el grupo y un perro que se dio un baño.

Charrancitos (Sterna albifrons).

 
Las cigüeñuelas seguían a lo suyo pese a las molestias.



 
Algunas increpaban sin cesar a los intrusos.
 
Otra cosa que me hacía especial ilusión era fotografiar las canasteras (Glareola pranticola) de la Marjal dels Moros. Esta es la mejor época para fotografiarlas, así que me acerqué los días 18 y 23, más que nada por tener material de días y horas diferentes y quedar yo satisfecho. El primer día, por la tarde, pasó todo lo contrario a lo que viviría el sábado. Un joven aficionado a las aves, junto a su madre y hermana, con el único y bonito objetivo de observar las aves allí presentes. Son pequeños detalles que te sorprenden gratamente, la verdad, que hay por ahí cada uno...

Ambiente general en la marjal.

Este charrán común lo puso muy fácil a la hora de sacarele fotos.



Vamos con las canasteras. Vi una pareja en las rocas junto a la playa, y me acerqué un poco hasta que empezaron a alarmarse. Viendo esto y no queriendo molestar innecesariamente, me arrodillé cerca y empecé a disparar con mi inofensiva, aunque un poco ruidosa, cámara. Cuando decidí que ya estaba bien, con la mala suerte de que pisé mal y casi me caigo. Las aves volaron, pero se posaron cerca y yo dejé que siguieran a lo suyo.

Difíciles de localizar, pero merece la pena.




El día 23 por la mañana me acerqué a ver qué pillaba, llegando a almorzar allí y pasar casi 3 horas observando aves (ya echaba de menos cosas más largas). Lo primero que me llamó la atención fue la gran cantidad de fumareles cariblancos (Chlidonias hybrida) pescando en una pequeña laguna. Pude sacarles bastantes fotos de cerca, aunque he hecho una buena criba ya que muchas salen borrosas por la rapidez de las aves.

Resultados de la criba.




Al llegar a la colonia de larolimícolas, me encontré con una familia de malvasías (Oxyura leucocephala) compuesta por los padres y los pollos. La madre los acompañaba mientras el belicoso macho expulsaba de la zona a otra hembra y, en resumen, a todo bicho viviente que se arrimara. Todo un momentazo de naturaleza salvaje, con una especie rematadamente bonita; no lo cambiaría por nada (salvo por un picozapato, pero eso ya...).

Los pollos, igual que los adultos, llaman la atención por su abultado pico.

Y, cómo no, la cabeza blanca y color azulado del pico en el macho.

Vigilando a la intrusa...


Cómo no, volví a ver canasteras, de las que disfruté un rato junto a charranes, gaviotas y otras aves típicas de humedales costeros, la mayoría de ellas parte del elenco veraniego de Levante; y las que no, pues bueno, siguen siendo observaciones veraniegas (por el calor, no por la estación). También aparecieron garza imperial y garcilla cangrejera, bastante estivales también.

Gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus).

Canastera.
 
Zampullín chico (Tachybaptys ruficollis).
 
Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) en vuelo.


Clavelina (Dianthus broteroi).

De nuevo fotografié los preciosos glaucios (Glaucium flavum).

Lo siguiente que publicaré será ya en Julio, sobre un viaje que haré a principios de mes. Todavía no tengo claro en qué zona, así que ya os contaré. Hasta entonces, un saludo y...

¡Nos vemos en las tierras silvestres!

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